Nuevo curso

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

07 sep 2019 . Actualizado a las 15:40 h.

Hay sabios que ni son científicos ni lo pretenden. Me cuenta alguien que le han diagnosticado un mal funcionamiento de no sé qué hormona, y eso le impide o dificulta la absorción de la vitamina D, me parece, y le genera un cansancio casi crónico, más intenso los días sin sol. Ayer fue a casa de su madre y se quejó de la hormona responsable de sus cansancios. Pero su madre le contestó: «Ay, hija, en mis tiempos no había hormonas». Y añadió que lo que le ocurría se llamaba envejecimiento, «vejunez», dijo.

A los grandes poetas les gusta distinguir entre conocimiento y sabiduría. Cuando el conocimiento no persigue la sabiduría, pretende el dominio de la naturaleza, incluida la humana. Produce poder o ayuda a sustentarlo. Ya lo decía Bacon: conocimiento es poder. Aunque pertenece a una categoría inferior al conocimiento, también se ha repetido que la información es poder. La sabiduría, sin embargo, no busca el dominio, sino la felicidad. Busca saber vivir. Por eso la relación del sabio con los demás se caracteriza por el respeto, por tratarlos siempre como un fin en sí y nunca como un medio -es decir, como inferiores manipulables- para fines egoístas.

La sabiduría se vertebra sobre una fuerte componente moral, que muchos pueden percibir como limitación: hacer el bien y evitar el mal. Por eso, ahora que comienza el curso, conviene recordar que la ciencia, entendida como mero dominio técnico o poder, asusta. Porque termina controlando, esclavizando, reduciéndolo todo a miseria antes o después, como recordaba Víctor Hugo en un famoso discurso hace ya dos siglos. De ahí que para preservar a la Humanidad convenga preservar las Humanidades. Con perdón por la insistencia.

@pacosanchez