Prepárense para un horrible «déjà vu»

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño A CONTRACORRIENTE

OPINIÓN

22 ago 2019 . Actualizado a las 09:11 h.

Les aseguro que no es mi intención deprimirles, y mucho menos amargarles sus merecidas vacaciones. Pero me veo en la obligación de advertirles de que cuando regresen se enfrentarán a un espantoso déjà vu que les hará un poco más duro el ya doloroso reingreso a sus labores habituales. Es probable que cuando partieran hacia sus lugares de descanso creyeran que mientras se tomaban unos días de asueto nuestros políticos se dedicarían a cumplir su obligación de buscar una solución al enredo que tiene paralizada a España y asfixiadas a sus autonomías desde que en el mes de abril se celebraran las elecciones generales. ¡Quia!

No es que se vayan a encontrar todo exactamente igual que lo dejaron. Es que van a tener que presenciar una repetición del espectáculo lamentable al que asistimos en el mes de julio, con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, protagonizando una suerte de partida de mus para formar Gobierno en la que se lanzan órdagos por doquier, con señas falsas en la mayoría de los casos, para tratar de salirse cada uno con la suya sin importarles lo más mínimo la gobernabilidad del país o el deterioro económico e institucional que están causando a España con ese juego ridículo que no conduce a nada. Si ya es depresivo comprobar que cuatro meses después de los comicios nos encontramos en la casilla de salida, sin una mayoría parlamentaria a la vista capaz de sustentar un Ejecutivo con posibilidades reales de gobernar, aún más desmoralizador es constar que no se atisba solución satisfactoria a esta patética situación de bloqueo a la que nos ha conducido una letal combinación de fragmentación parlamentaria e ineptitud política sin precedentes en nuestra reciente historia democrática. Después de desaprovechar el mes de agosto dejando que el tiempo se vaya en mensajitos de Twitter supuestamente ingeniosos y declaraciones intrascendentes de meritorios de guardia, Iglesias regresa con la matraca de continuar el folletín en el mismo capítulo que lo dejaron. Es decir, pidiendo una vicepresidencia, tres ministerios y dos huevos duros. Y Sánchez, tras profundas meditaciones en el Palacio de las Marismillas, ha llegado a la desconcertante conclusión de que si en julio fue imposible lograr el apoyo de Unidas Podemos a su investidura ofreciendo tres carteras y un puesto de vicepresidenta a Irene Montero, pareja sentimental y número dos del líder de Podemos, ahora será factible que el partido morado y sus confluencias le hagan presidente gratis total y sin entregar a cambio un solo ministerio.

Me resulta imposible entender qué es lo que le hace albergar tal esperanza. Pero constato con horror que lo mismo da que eso ocurriera en septiembre o tras unas nuevas elecciones. Tanto ahora como en noviembre no habrá Gobierno posible del PSOE y Unidas Podemos que no dependa del apoyo del independentismo catalán. Lo que equivale a caos e inestabilidad. Disfruten por tanto de su descanso, porque este tormento político tiene pinta de ir para largo.