Trump-Huawei, segundo asalto

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto CRÓNICAS DEL GRAFENO

OPINIÓN

THOMAS PETER | Reuters

22 ago 2019 . Actualizado a las 10:23 h.

La nueva moratoria de 90 días del Gobierno estadounidense a Huawei demuestra que Trump tiene intención de convertir el conflicto comercial con China en una enfermedad crónica, por lo menos mientras siga en juego su reelección en las elecciones del 2020. El argumento de que quiere dar más tiempo a algunas compañías de telefonía rurales, muy dependientes de la tecnología del gigante de Shenzhen, es bastante pobre, por mucho que su principal masa de votantes sea la que vive en lo que podría denominarse la «América vaciada».

A la vez que extiende el alto el fuego por otros tres meses, Washington ha incluido en la Entity List a otras 46 subsidiarias de Huawei -entre las que no está su división española, pero sí las de Francia, Italia, Portugal y otros países europeos-. Una decisión que para el segundo fabricante mundial de smartphones «tiene una motivación política y no tiene nada que ver con la seguridad nacional».

Huawei considera que estas acciones violan los principios básicos de la libre competencia del mercado y no benefician a nadie, incluidas las empresas estadounidenses. Algo que se confirmó tras saberse que los principales fabricantes de chips de EE. UU. (Intel, Qualcomm, Xilinx), además de otros gigantes de Silicon Valley (Cisco, Micron, Broadcom, Western Digital y la propia Google), presionaron al Departamento de Comercio para aplazar su prohibición de facilitar componentes a la firma china.

Huawei advierte que las maniobras de Trump «no ayudarán a Estados Unidos a lograr el liderazgo tecnológico». Y, a pesar de la ampliación de la Entity List, se muestra segura de que no tendrá un impacto sustancial en sus negocios. Las moratorias han reactivado la venta de móviles de la firma china, que prepara su gran lanzamiento de este otoño (Mate 30) y sigue siendo pilar indiscutible del despliegue de las redes 5G por todo el mundo. Además ha presentado su propio sistema operativo, HarmonyOS, que ya funciona en televisores Honor, su segunda marca. «La extensión de la licencia general temporal no cambia el hecho de que Huawei ha sido tratada injustamente», concluye el comunicado. Veremos cómo acaba este segundo asalto, pero está claro que en China no olvidan.