Hay pornofiesta para rato

OPINIÓN

03 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La alcaldesa de Meis ha conseguido anular la fiesta con que un local de alterne pretendía inaugurar su chill-out: churrasco gratis servido por chicas en toples y la presencia de «una miss brasileña» eran los reclamos de los propietarios de un negocio -sucesores de otro que tiene una condena por actividades relacionadas con la prostitución- que se anuncia como un hotel-pub. En la mañana de ayer, los programas anarrosas tenían allí desplazados a sus reporteros más dicharacheros, en riguroso directo, para comprobar que esta lamentable party se suspendería.

Tras el revuelo, a uno lo queda el regusto amargo de sospechar que en este asunto se ha disparado con balas de cañón, una vez más, a la diana equivocada, y que todo se ha quedado en uno de esos fuegos de artificio que tanto le gustan a las políticos en busca de aliados en sus «gobiernos de progreso». Porque la pregunta parece obligada: ¿se prohíbe una fiesta porque esta vez querían salir a la calle a celebrarla, pero se sigue permitiendo lo que sucede a diario (quizás mucho más grave?) puertas adentro?

Más allá de los comentarios chuscos que se escuchaban tras la barra del bar están los datos: Galicia es la quinta comunidad española con más locales de alterne. Hace solo unos meses, la mayor investigación contra mafias de la prostitución se saldó con solo cinco acusados. La edad media de quienes solicitan este tipo de servicios es, apunta un estudio de la antropóloga Carmen Meneses, cada vez menor.

Hay pornofiesta para rato.