La CNMC reta al medio ambiente

Carles Campuzano FIRMA INVITADA

OPINIÓN

22 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El tránsito hacia una economía descarbonizada, cuya hoja de ruta viene marcada en el ambicioso borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) requerirá de una extraordinaria movilización de recursos por parte de la Administración y del sector privado. Sin duda, en dicho plan, hay que contemplar el facilitar un marco que genere confianza, certidumbre y seguridad y que mande un mensaje inequívoco: invertir en energía es rentable en España.

 Sin embargo, la reciente publicación de los borradores de circulares que está elaborando la CNMC en materia de retribuciones ha despertado las alertas en las empresas reguladas de sectores como el gasista, participadas en gran medida por fondos extranjeros. Y es que la alteración de la retribución sin un análisis certero y un esfuerzo para el consenso con los sectores económicos y sociales concernidos, sería una enorme imprudencia.

La futura regulación energética es una oportunidad de oro para ofrecer a los inversores internacionales un marco jurídico que muestre seriedad y coherencia en la lucha contra el cambio climático. Lejos de aportar señales positivas, de entrada, los textos que la CNMC ha sometido a consulta han provocado pérdidas en Bolsa. Esa no es la buena dirección. Hay que trasladar confianza en las capacidades del conjunto del entramado institucional y el tejido económico.

Y es que España ha cometido en el pasado errores graves en términos de fiabilidad para los inversores en el sector energético. Eso no debe volver a producirse si se pretende cumplir con unos poderosos objetivos climáticos. Una abrupta alteración de la retribución provocaría la desinversión y pondría en riesgo el mix energético diseñado en el PNIEC.

Todo ello además podría tener un gran coste social. Únicamente del sector gasista, que representa un 0,5% del PIB de España, depende más de 150.000 empleos. Por otra parte, la desinversión tendría efectos colaterales sobre el empleo en sectores que dependen del gas, algunos de ellos estratégicos para el país.

No podemos permitirnos que, debido a una modificación unilateral de la retribución, un sólido Plan Nacional Integrado de Energía y Clima salga herido de muerte desde el principio, debido a la incapacidad de encontrar financiación. Quiero estar convencido de que, en un período breve de tiempo, se abrirá un diálogo entre el ministerio, el ente regulador y el sector energético para lograr un marco satisfactorio hacia el crecimiento sostenible.