Resulta difícil de creer que tras la paliza que un energúmeno propinó a varias chicas en una zona de copas de A Coruña, y cuyo vídeo se viralizó después de que una de las muchachas grabase lo acontecido y lo publicase en su cuenta personal, prácticamente nadie de los allí presentes, que eran muchos, intentase ayudar a quienes estaban recibiendo tan importante agresión. ¿Hasta qué grado de deshumanización hemos llegado que quienes se encontraban alrededor se limitaron a asistir a semejante barbarie sin inmutarse lo más mínimo? En el vídeo se puede observar a numerosas personas en actitud de que aquello no iba con ellos mientras las jóvenes recibían patadas y puñetazos a diestro y siniestro. Solo les faltaba apostar a ver quien resultaría el vencedor. Afortunadamente las chicas actuaron con suma inteligencia. Grabaron lo ocurrido y a continuación se dirigieron a denunciar los hechos. Hicieron lo que hay que hacer en estos casos.
Una vez detenido, que el juez le haga ver que individuos como él donde mejor están es enjaulados. Como las bestias.