Iba a arriesgar, iba a decir que este verano no es de Isabel Pantoja, sino de Paquita Salas, esa gran representante de todas nosotras que se ha comido la mejor parte de nuestro tiempo. Pero ha sido pensarlo, y me ha venido a la cabeza que lo que tenían que hacer Los Javis sin perder más tiempo es llamar a Isabel Pantoja y darle un papelón en su serie, más allá de que ella cante la sintonía de la tercera temporada. Paquita y Pantoja pueden ser un dúo mortal, de una fiereza folclórica sin parangón, sabiendo que el corazón de los espectadores siempre estará la creadora de PS Management. Pantoja da el nivel de esa realidad de ficción que tanto nos apetece últimamente, que nos arranca la sonrisa en medio del drama de la supervivencia, que nos desmelena y nos provoca subidones de azúcar en directo. Si la serie Paquita Salas nos ha enganchado es precisamente por esa manera única de sacarle humanidad a lo más frívolo, por ese canto al lado bueno de las cosas, por su homenaje caluroso a las mujeres maduras e imperfectas. Por esa capacidad de reunir en un mismo set de rodaje a Belinda Washington, Terelu Campos y Yolanda Ramos. Por hacernos reír, por removernos y por reconocernos. Si Paquita ha trascendido ha sido por todo eso, por ser una mujer que se perdona y nos perdona. Paquita sería una buena amiga de Isabel Pantoja.