Lo que el viento nos dejó

OPINIÓN

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Con esa fragilidad aparente que le impuso la dulce Olivia de Havilland a Melania, nos creímos que aquella actriz menuda sería derribada antes que Vivien Leigh, la egoísta Escarlata. De Havilland es, a los 103 años, la única superviviente del Hollywood clásico, una mujer fuerte que puso contra las cuerdas a la mismísima Warner

06 jul 2019 . Actualizado a las 18:50 h.

Olivia de Havilland tenía 23 años cuando hizo Lo que el viento se llevó, en la que dio vida a la bondadosa y resignada Melania. Melita se convirtió entonces, en 1939, en el arquetipo de la esposa perfecta, la mujer entregada y la amiga generosa. Con esa fragilidad aparente que le impuso la dulce De Havilland a su papel, nos creímos que aquella actriz menuda, de sonrisa eterna, sería derribada por un golpe de viento mucho antes que Vivien Leigh, la egoísta y manipuladora Escarlata O’Hara. Sin embargo, la única que ha sobrevivido en realidad a todo aquel reparto, la única mujer que ha quedado en pie de aquel Hollywood clásico es Olivia de Havilland, que cumplió esta semana 103 años. Porque en verdad nada tenía que ver esa Melita delicada con la vehemente Olivia, que puso contra las cuerdas a todo el sistema de los estudios cinematográficos cuando la Warner la castigó varios años sin poder trabajar. A Olivia la suspendieron sin papeles relevantes a principios de los 40, pero lejos de quedarse quieta, lideró un movimiento que cambió la historia de los intérpretes. Aún hoy se conoce como la ley Havilland aquella que les dio la libertad de elegir qué papel hacer y cuál rechazar. Olivia quería escoger ser otras mujeres, no las sumisas y empalagosas que le imponían. «Estaba acostumbrada a los típicos roles de chico conoce chica, ¿se enamorarán? Siempre era lo mismo», confesó De Havilland, que jamás renegó de Melania porque, además de pasar una guerra, «se moría». Después de ganar a la Warner en los tribunales, la actriz se salió con la suya y brilló como la estrella que es en Vida íntima de Julia Norris y La heredera, que le dieron dos Oscar. Melania Hamilton fue una mujer maravillosa, pero Olivia de Havilland es mucho mejor. Está aquí detrás de todo esto. Es Lo que el viento nos dejó.