Rivera se entrega a Casado

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

17 jun 2019 . Actualizado a las 07:52 h.

En los mentideros políticos madrileños corre este chiste: Casado ha ordenado colocar en las sedes populares el retrato de Rivera, ya que lo ha resucitado tras cosechar los peores resultados de la historia de su partido. El líder de Ciudadanos fracasó en su intento de sobrepasar al PP en las generales, municipales y autonómicas, y ahora sale escaldado de los acuerdos poselectorales, en los que Casado le ha ganado por goleada. A cambio de muy poco, ha entregado a su principal adversario de la derecha plazas tan importantes como Madrid, Castilla y León o Murcia y varias capitales de provincia. Y la contrapartida es que Ciudadanos ha perdido de forma irreversible su reputación de partido de centro liberal, de cambio y regenerador, atrapado para siempre en sus pactos con la ultraderecha, que ya le afea Macron, el que fuera su modelo político. Le Monde dice, con razón, que Rivera ya no engaña a nadie. Mientras, Valls le ha dado una lección de madurez y altura políticas al regalar sus votos a Colau para evitar que Barcelona caiga en manos de los independentistas. También le debería preocupar que un catedrático de la solvencia de Francesc de Carreras, fundador de Cs, le haya remitido una carta demoledora, en la que le llama «adolescente caprichoso» y le acusa de arrojar al PSOE a pactar con Podemos y con los nacionalistas, «precisamente aquello que Ciudadanos debía impedir», para que Sánchez sea investido. De hecho, nació para combatir el independentismo y, ahora que puede convertirlo en irrelevante en la investidura de Sánchez y para la gobernabilidad de España, no quiere dar el paso. Prefiere ponerle contra las cuerdas a obrar con sentido de Estado. Además, su incomprensible y suicida estrategia, con el apoyo de Vox, le ata de pies y manos para criticar al PP a partir de ahora.