Carambola en Ourense

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

16 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Es difícil explicar a alguien ajeno a la sustancia ourensana las cosas que pasan en ese lugar del mundo que desde ayer se reparten Jota Eme Baltar y Gonzalo Pérez Jácome, la nueva pareja de hecho de la política gallega y una de las más aberrantes. Firmaron estos señores ayer un matrimonio de conveniencia bendecido por ese PPdG que en público presume de cabal en una bochornosa maniobra que demuestra una vez más que un territorio con sus vecinos dentro no es más que una mercancía con la que un Baltar siempre está dispuesto a traficar porque habrá un Fraga o un Feijoo que se lo consientan.

Mi alcalde fue ayer transparente al bautizar la operación como carambola y eso se agradece. Como se agradece la ausencia total de rencor de nuestro Jota Eme Baltar, de los Baltar de toda la vida, cuya infinita capacidad de perdón le ha permitido olvidar los insultos feroces que durante años le dedicó Jácome, que hasta ayer tenía una consideración del baltarismo y su herencia parecida a la que soportamos los ourensanos que asistimos atónitos a la degeneración persistente de una provincia y una ciudad que merecían mejor suerte.

Hace años que Ourense proyecta una imagen de territorio perdido, de Fargo abandonado y obsoleto, sometido a los designios de una casta política con hechuras decimonónicas hostil al futuro. Con la incorporación de Pérez Jácome a este fresco perturbador es fácil pronosticar un giro dramático hacia la bufonada política que no hará más que sumar vergüenza a la que tantas veces hemos sentido unos cuantos, incluidos algunos dirigentes del PP que seguro que a esta hora digieren con sonrojo el trapicheo. Porque de esta deriva hay muchos responsables, incluidos los que venden Ourense para ganar elecciones.