Orteguiana

Ramón Pernas
Ramón Pernas NORDÉS

OPINIÓN

25 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

No voy a escribir acerca de Ortega y Gasset aunque su libro mas popular La rebelión de las masas tiene que ver -clases populares versus élites- con el fondo de la falsa polémica dictada por la más simple demagogia de la falaz tesis del diputado Pablo Iglesias.

 Bien sabe el líder de Podemos que las diferencias entre caridad y filantropía, entre limosna y mecenazgo, son notables. También conoce que las consignas cuanto más agresivas en contra de los poderosos, más penetran, enseguida prenden en el imaginario popular, en el debate cainita, y pueden resultar eficaces en la lucha política.

El pensamiento podemita se articula sobre estas bases de simpleza sintética que tienen múltiples referencias doctrinales en las tesis de Gramsci revisitado por Laclau, tan del gusto del antaño socio Errejón, y que desembocan en las teorías revisionistas de Zyzz. Excesivo parece para llegar a las elementales conclusiones de un ataque manipulado, no casual y claramente falso sobre Amancio Ortega. Si los corifeos de Podemos, y su altavoz disciplinado de injurias gratuitas en las redes sociales, tienen tan claro que el presidente de Inditex es un defraudador fiscal, tienen la obligación de presentar una denuncia ante la Agencia Tributaria, organismo de una eficacia indudable, y no sembrar sospechas, que al fin y al cabo representan un delito de odio basado en una mentira. Inditex, con domicilio fiscal en Galicia aportó al fisco en el 2018, ejercicio ultimo auditado, 1.692 millones de euros, lo que la convierte en uno de los mayores contribuyentes españoles.

Ortega, siguiendo el camino que desde las fundaciones han emprendido millonarios solidarios con la sanidad, la cultura o el medio ambiente, y cito solo algunas de las fundaciones norteamericanas como las de Warren Buffet, Bill Gates o Zuckerberg, firmó un convenio plurianual con las comunidades autónomas españolas para donar a los hospitales que dichas comunidades designen, equipos de vanguardia como aceleradores lineales de ultima generación o mamógrafos para combatir o paliar el cáncer.

La sanidad publica española, cuya eficiencia es incuestionable, ha ido incorporando desde hace cuatro años, 440 nuevos equipos en su lucha oncológica. Clase médica y enfermos entienden desde la gratitud, la aportación desinteresada de la Fundación Amancio Ortega. Somos un país complejo, poliédrico, entre la maledicencia y la envidia, nos informamos mal y poco, y somos dados al debate primario y a defender tesis de taberna que crecen sobre pies de barro.

Las diez primeras fundaciones españolas aportan el 0,1 % a las instituciones publicas, 1.400 millones año, frente al 2,1 % de las diez primeras norteamericanas que totalizan 335.000 millones anuales. Ya sé que las comparaciones son odiosas, pero juzguen ustedes mismos.