El juego presencial, contra las «fake news»

Serafín Portas LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

20 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

AGEO es el altavoz, desde 1982, para los empresarios que nos dedicamos al juego presencial, y, si bien nos caracterizamos por la discreción, nos vemos obligados a dar un paso al frente ante las crecientes afrentas que tenemos que soportar en la época de las fake news.

Me gustaría marcar una distancia entre nuestra actividad, el juego privado presencial, y el de naturaleza pública y canales online. Contribuimos al entretenimiento social, somos revulsivos de la hostelería, pagamos altos impuestos y, lo más importante, garantizamos estrictos controles en nuestros locales velando por el juego responsable.

Considero, por lo tanto, que no es casual la actual campaña desatada a través de diversos frentes contra nosotros, porque obedece a una marcada estrategia de lucha de mercado. Loterías y Apuestas del Estado (Selae) y la ONCE quieren ampliar su oferta de nuevos juegos, de premio instantáneo, que podemos comprar casi en cualquier sitio. Y no pasa nada. Hasta nos parece gracioso que a un niño le toque la Lotería en Navidad y que salga en todos los medios. Además, juegan con gran ventaja porque pueden hacer publicidad, como los canales online, así que si hablamos de juego, respetemos las reglas y que sean iguales para todos.

Refirámonos ahora a la insignia de nuestro sector: la máquina B. Conocidas popularmente como «tragaperras», llevan más de 40 años presentes en nuestros bares pero siguen en la diana de estas campañas de desprestigio, aunque nunca ha existido una alarma social ante este producto recreativo de precio moderado. Se habla de una proliferación totalmente falsa, porque como prueba les daré un dato: en la década de los 90, en Galicia el parque de máquinas B era de 20.000 unidades, y hoy apenas son 9.500. ¿Crecimiento desmesurado?

En Galicia siempre hemos hecho los deberes con la Administración, desde la aprobación de la Ley del Juego de 1985. En un sector tan regulado, la norma también marca las aperturas de salones de juego y las distancias entre ellos -de 300 metros- y respecto a los centros educativos -150 metros-, y gracias a nuestros controles no se han registrado expedientes con menores de edad.

Así que, por favor, no mezclen conceptos ni sectores y, desde AGEO, consideramos prioritario un cambio en la percepción social de nuestra actividad, con información rigurosa antes de estigmatizarnos. Nosotros, mientras tanto, seguiremos trabajando para trasladar la idea de diversión y ocio controlado, inherente a nuestro ADN.