El zoo animalista de Copito de nieve

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

Oriol Gascon

12 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

No nos dejan ni guardar en paz los recuerdos de la infancia. El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido poner fin a miles de fotos de Copito de nieve que revelamos en aquellos carretes. Se han cargado 127 años de historia para apuntarse a la moda del animalismo impulsada por el colectivo Libera. Muy coherente. No ha sido todo el pleno del Ayuntamiento. Han sido unos cuantos. Con los votos de Ada Colau, el PdCAT (lo que queda del partido de los gatos) y ERC, quieren convertir el zoo en un ecosistema «libre» que literalmente acabará con su existencia. Los trabajadores se han puesto en huelga contra este decreto. Copito de nieve tuvo 22 hijos, once nietos y tres bisnietos, pero por lo que se ve no fue feliz. Ninguno le salió albino, pero fue portada del National Geographic en 1967, un hito que no tuvo en cuenta los sentimientos de Copito, el pobre que no tuvo el derecho de elegir ese nombre que nos sigue conmoviendo a tantos. Copito es imagen mítica de Barcelona, como los juegos olímpicos del 92, pero Libera se queda con que fue esclavizado y traído a traición desde Río Muni para ser expuesto como un muñeco de feria. El zoológico guarda su ADN y se siguen recibiendo miles de cartas para su clonación. Fue mimado por generaciones. Llorado cuando nos dejó. Pero todo eso da igual. Somos unos animales que tratamos a los animales como animales. Los empleados del zoo están en contra de llevar al extremo el trato que allí reciben las especies que se exhiben. Aseguran que toman las medidas necesarias y que cumplen protocolos de protección muy estrictos. No importa. Todo vale para la campaña, para apañar otro puñado de votos. El zoo terminará cerrando. Lo relevante para estos políticos, a los que se les nota un cierto parentesco con la especie de trileros que habita en las Ramblas, es hablar de las jaulas y de los pobres rinocerontes encerrados y no de los cuidados que reciben por personas cualificadas que llevan años especializados. Lo siguiente en esta fiebre de las ordenanzas que llegan por la izquierda será prohibir las granjas de pollos. Y del pollo al cerdo o al chuletón de buey. Imagínense lo que puede pensar Libera de la matanza do porco do noso san Martiño. Como se enteren de que del cerdo hasta los andares, la hemos liado. Que tengan cuidado los navarros con la chistorra. ¡Ah! Y los que tienen mascotas: que las suelten ya. ¿A dónde creen que van con esas correas y esos collares? ¿Qué hacen viviendo con ellas, por mucho que las quieran, en pisos? Menos mal que nos queda Chewbacca y sus gruñidos para, por lo menos, quejarnos en idioma animal de estas animaladas.