Meteopolítica

Luis Ferrer i Balsebre
Luis Ferrer i Balsebre TONEL DE DIÓGENES

OPINIÓN

EFE | Jesús Diges

12 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Llevo todo el mes poseído por un síndrome de astenia electoral. Pero lo peor no es eso, lo peor es que viene otra réplica en pocos días, y después la formación del nuevo Gobierno, la sentencia del procés, el ¿qué hacemos con Leopoldo? Y... otra vez a tener que cavilar por quién apostar en las europeas, las municipales y las autonómicas; otra vez a tener que pensar la partida y aguantar los tsunamis de tertulias, fake news y navajazos pandilleros. Es agotador, pero tienes que seguir jugando, no queda otra.

No hay encuesta que mida el grado de saturación de la parroquia ni el tiempo que perdemos en estas cosas. Nos pasamos más horas eligiendo el equipo y diseñando las jugadas que jugando.

Deberían darnos los datos más precocinados y acompañados de una buena pedagogía para poder juzgarlos rápidamente y sin necesidad de tantas cábalas ni encuestas; a ser posible en un formato parecido al de los partes meteorológicos actuales, que consiguieron exterminar al hombre del tiempo.

Y es que los partes meteorológicos de las televisiones se han convertido en auténticos seminarios que duran más que los deportes, se acompañan de una infografía alucinante y los dan señoritas impecables y muchachotes recién duchados. No solo informan, sino que, junto al tiempo, te dan una clase de física y química, de astronomía, de alergias y de meteoros; la información trasciende el saber si va a llover mañana, si va a hacer frío o qué hay que ponerse.

De igual manera se debería profundizar en los asuntos electorales, habilitando un espacio en la tele con un programa que, superando ideologías, nos explicara todas las noches qué es lo que ha pasado ese día y de qué van los concurrentes, con gráficos tridimensionales y seminarios de expertos en mares de fondo, vientos levantiscos, partitogénesis explosivas, teoría de los juegos y de las catástrofes.

No serían necesarias tantas tertulias, bastaría con poner en antena antes de los deportes, unos minutos de meteopolítica. Eso sí, con el mismo despliegue infográfico y los mismos muchachotes y señoritas recién duchados.

El único problema es que la cosa se alargue tanto que te quedes dormido sin saber si va a llover o a quién votar. La verdad es que la política y el hombre del tiempo de antes eran más grises, pero mucho más precisos a la hora de saber si iba a hacer frío o no, y si el cartel era de derechas, del centro o de izquierdas.

A don Mariano Medina se le entendía mejor que a Ferreras, a Fraga, que a Casado; a Felipe, que a Sánchez; a Suárez que a Rivera, y a Carrillo, mejor que a Iglesias.

Qué fatiga.