No solo es de Francia

Ignacio Bermúdez de Castro
Ignacio Bermúdez de Castro PASOS SIN HUELLAS

OPINIÓN

22 abr 2019 . Actualizado a las 07:19 h.

Resulta imposible que un parisino esté más abatido que quien esto escribe por el incendio acontecido hace hoy una semana en la catedral parisina.

Notre Dame, como la catedral de Santiago de Compostela o la Mezquita Azul de Estambul -por citar tan solo tres ejemplos-, no solo pertenecen a Francia, España o Turquía. Determinadas joyas del arte universal son propiedad de todos los ciudadanos del mundo por igual, y ese es el motivo por el cual la Unesco los declaró patrimonio de la humanidad.

El arte es lo que tiene. Une a los pueblos en los buenos y malos momentos. En estos momentos después de la catástrofe todos -católicos y ateos, pues Notre Dame es mucho más que un templo de culto religioso- estamos abatidos por la destrucción de una joya arquitectónica que comenzó a construirse hace nueve siglos.

La historia de la Vieja Europa ha transcurrido frente a su antaño férrea estructura, por lo que resultan de obligado cumplimiento las promesas de la clase política, no solo francesa, de volver a levantarla. Muchos no volveremos a verla como se encontraba cuando amanecimos el pasado lunes, pero eso no importa. Se trata de que puedan hacerlo nuestros hijos y nietos. A ellos no se les puede privar del inmenso placer de contemplar lo que sin duda alguna es el templo más paradigmático del estilo gótico. Resultaría imperdonable que así no sea.