Sanidad gallega: los problemas del éxito

Roberto Blanco Valdés
Roberto L. Blanco Valdés EL OJO PÚBLICO

OPINIÓN

PEPA LOSADA

10 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Es muy probable que quienes han planteando el conflicto en la atención primaria como otro de los frentes de batalla contra la Xunta durante el larguísimo período electoral que tenemos por delante se hayan quedado con dos palmos de narices ante la noticia de la desconvocatoria del paro previsto para ayer, hoy y mañana. Pero esa noticia no puede merecer más que un gran aplauso a los demás gallegos, que somos la inmensa mayoría.

 Que no haya huelga supone una magnífica noticia para todos los usuarios que hubieran sufrido sus efectos. Parar los servicios públicos genera siempre una cadena de problemas a quienes nada tienen que ver con las causas del conflicto, problemas que se agravan en directa proporción a la importancia del bien afectado por la huelga. Y ninguno es comparable al que garantizan los servicios sanitarios: la salud.

La desconvocatoria de la huelga resulta también muy positiva por haberse producido tras una negociación en la que la Xunta se ha comprometido ante los representantes de los trabajadores a crear un consejo técnico para tratar los problemas de la atención primaria, órgano en el que estarán presentes los interesados en el sector: sindicatos, colegios profesionales, sociedades científicas, representantes de la Administración en temas sanitarios, educativos y políticas sociales, el Consejo Asesor de Pacientes y la Fegamp.

La Administración acepta además dos principios esenciales para hacer frente a los problemas estructurales de la atención primaria, comunes a toda España: de un lado, el aumento de la inversión respecto de la total en sanidad; de otro, la creación de nuevas plazas y la estabilización del personal sanitario, una parte del cual trabaja hoy en condiciones laborales vergonzosas. Conflictos ambos que nacen en el fondo -es de justicia subrayarlo- del excelente trabajo de un servicio donde la mejora en la calidad de la oferta se traduce en más demanda. Y es que la fuerte presión que sufre la atención primaria -de cuya eficacia depende en gran medida la de la medicina hospitalaria- está en directa relación con la confianza en ella de los usuarios.

Los datos para Galicia son al respecto incontestables. Según el último barómetro sanitario del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, el 88 % de los encuestados consideró buena o muy buena la atención recibida en los centros de atención primaria del Sergas, con una nota media de un 7,5 sobre 10, ligeramente superior a la del Sistema Nacional de Salud: 7,3. Los gallegos esperamos de promedio 2,8 días para ser atendidos en primaria, casi la mitad que el resto de los españoles (4,8 días de media) y el 67 % de los pacientes lo son el mismo día o al siguiente de pedir la cita, dato que mejora en un 20 % la media de España, donde solo el 47 % de los usuarios fueron atendidos con la misma rapidez. Los nuestros son, pues, los problemas del éxito del sistema sanitario.