Se lo juro: mi hijo es Messi

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

09 abr 2019 . Actualizado a las 08:28 h.

Cada vez más padres ven en el balón de fútbol una hucha gigante (¿dónde quedó nuestro cerdito?), y sueñan con que su hijo será el nuevo Messi o, cuando menos, un jugador de primera o segunda división. El salario mínimo en primera división está en 155.000 euros. En Segunda, en 75.000 euros. El polémico nuevo salario mínimo del mundo real es de 900 euros, 12.600 al año. Y venimos de uno de 735 al mes. Huelga comentar más.

En ambos casos, primera y segunda, los jugadores ganan mucho más que esa cifra oficial. La pista siempre la da el dinero. En este caso la pista para la que se ha liado entre los clubes modestos y los aspirantes a gallitos que captan críos de ocho años entre equipos como el Deportivo Obrero de Oleiros o el Portazgo. Los gallitos dicen que ellos sufren el mismo mercadeo. Los clubes de más entidad también les roban a los jugadores. Y los equipos profesionales gallegos, Celta o Dépor, que, en teoría, captan a las joyas, son víctimas de esta cadena de robos, en la que el niño es en lo último que se piensa. Si la perla, tenga la edad que tenga, brilla mucho, aparece un tiburón, un City o una Juve, que se llevará al crío como un trueno brutal para acostarlo en un colchón forrado de billetes.

El daño es irreparable. Un niño de ocho años se cree lo que no es y no será nunca. No hay nada peor en la vida que vivir completamente confundido. Solo genera frustraciones, veneno y la pestilencia del odio. Flaco favor les hacen a las criaturas esos padres que ven en los campos de As Mariñas de A Coruña o en los de Noia unos destellos que les ciegan y que les hacen pensar que sus hijos serán estrellas de la galaxia del fútbol y futuros dibujos de los videojuegos. Ir paso a paso, o, en lo que nos ocupa, pase a pase tiene toda la lógica. El problema es que la lógica hace tiempo que no rige en este mundo que gira como un balón, o sea como le da la gana. El Barça le ha puesto a un cadete una cláusula de cien millones de euros.