Un «brexit» incierto para el que conviene prepararse

Roberta Poza | Enrique Tejedor LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

07 jun 2019 . Actualizado a las 12:53 h.

A día de hoy, a pesar de las múltiples votaciones del Parlamento británico, que en ningún caso vinculan a la Unión Europea, seguimos sin saber cómo y cuándo se producirá la salida del Reino Unido de la UE.

No se puede descartar una salida ordenada el 22 de mayo, si finalmente Westminster ratifica el acuerdo firmado con la UE, que ya ha rechazado en dos ocasiones. Esta alternativa, abriría un período transitorio, hasta una salida definitiva a finales del 2020, durante el cual se debería negociar la futura relación.

En caso contrario, el 12 de abril habrá un brexit sin acuerdo, poniendo fin a la libre circulación de personas, capitales, servicios y mercancías entre el Reino Unido y la UE.

Si se llega a un acuerdo, podría haber distintos modelos según el nivel de integración. Actualmente, la UE tiene acuerdos con Noruega, Suiza, Turquía o Canadá que se pueden tomar como referencia.

Tenemos el modelo de Noruega, con un mayor grado de integración al pertenecer al Espacio Económico Europeo; el de Suiza, perteneciente a la EFTA, o una unión aduanera como es el caso de Turquía. En estos supuestos habría restricciones de acceso al mercado para los servicios y la libre circulación, pero no habría imposición de derechos arancelarios y los controles por parte de las autoridades aduaneras serían simplificados. Pero ninguno de estos convence a los euroescépticos, ya que implican la aceptación de parte del acervo comunitario o de los acuerdos comerciales de la UE, pero sin poder participar en su negociación.

Podría también haber un Acuerdo de Libre Comercio, como el recientemente negociado entre la UE y Canadá, sin aranceles o con aranceles muy reducidos, pero con controles aduaneros, con el problema de la frontera entre las dos irlandas.

En definitiva, entramos en la recta final del brexit con todas las opciones abiertas. El mensaje oficial es de tranquilidad; no habrá caos, la UE ha hecho los deberes y está preparada. Al mismo tiempo, se advierte a las empresas para que también tomen medidas.

Pero, ¿cómo se debe preparar una empresa? El consejo más prudente es estar preparados para el peor de los escenarios: incrementar los niveles de stock de producto, revisar la cadena de suministro, contar con los permisos y autorizaciones necesarios para operar, asegurar que desde un punto de vista humano y técnico se cuenta con las capacidades necesarias, y solicitar posibles medidas de facilitación aduanera y no aduanera, limitando la exposición al brexit.

Roberta Poza y Enrique Tejedor

Socia y director de PwC Tax and Legal Services