«No» ante sustantivos

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

30 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La señora May y la alborotada tropa de Westminster nos traen de cabeza con el lío de la salida -o no salida- del Reino Unido de la Unión Europea. De esta crisis incluso surgen expresiones nuevas que chocan a más de uno. Dos de ellas son no acuerdo y no brexit. Una se refiere a la falta de un acuerdo sobre cómo llevar a cabo la marcha, y la otra, a que esta se frustre.

La construcción no + sustantivo no es ajena al español, pese a que en ocasiones se ve en ella contaminación del inglés (non-access, no-platform, non-recognition) y del francés (non-agression, non-aligné, non-combattant). La presencia de algunas de estas expresiones en nombres de documentos y de organizaciones facilita su fluida circulación entre idiomas. Así, el Tratado de No Agresión entre Alemania y la URSS (1939) es en francés el Traité de non-agression entre l’Allemagne et l’Union soviétique, y en inglés, el Treaty of Non-aggression between Germany and the Union of Soviet Socialist Republics. También ilustra el proceso el Movimiento de Países No Alineados, Mouvement des non-alignés en francés y Non-Aligned Movement en inglés.

Por ver en estas construcciones solo anglicismos o galicismos, hay quien las combate con ardor. He aquí una muestra, tomada de una columna como esta: «Un mal día, hace ya sus buenos años, se empezó a hablar y a escribir de la no intervención (desafortunada traducción de la expresión inglesa non-intervention). Y vino el desastre. Había nacido una extraña criatura morfológica: no ante sustantivo. El sustantivo, cuyo elemento calificante o determinante fue siempre el adjetivo, era afectado ahora por el adverbio de negación no: El no pago de la deuda; La no asistencia a ese acto...».

La Academia, que reconoce la influencia del inglés y del francés en estos usos, no los rechaza. Señala que en estos casos el adverbio no se asimila en cierto modo a los prefijos privativos cuando se antepone a sustantivos abstractos o a los que designan clases de seres, «dando lugar a expresiones como no intervención, no proliferación, no existencia, no renovación, no violencia, no fumador, no ficción, etc., para designar la realidad contraria a la expresada por el sustantivo».

Seco dice que, usado como prefijo negativo (aunque tónico) de nombres y adjetivos, no debe escribirse unido a estos con guion. Sin embargo, la Ortografía, basándose precisamente en esa tonicidad, característica del adverbio no, considera que este debe ir separado.