Es difícil hacer un periódico en Galicia y evitar que Javier Losada salga en dos o tres fotos. Es tal su frenética actividad como titular del puesto de delegado del Gobierno que hay que tener pericia. No estaría mal esa apretada agenda si no abonara un conflicto de liderazgos. El PSOE tiene, en realidad, tres delegados del Gobierno en la comunidad. Las tres gracias del puño y la rosa. El titular, ya glosado, veterano político, que se jacta de su hilo directo con Sánchez, que hoy nos visita. El que manda de verdad, con papeletas, miles detrás, que es Abel Caballero, alcalde de Vigo y presidente de la FEMP y el hombre que más ministras y ministros mueve a su antojo. Rey de las redes sociales, un fenómeno para generar titulares y fotos. Ya tenemos dos líderes socialistas en Galicia. Pero hay más. Está el aspirante. El joven Gonzalo Caballero que, sin puesto aún en el Parlamento y sin poder en la delegación gubernamental, hace lo que puede por ocupar un lugar público para que los gallegos se enteren de que existe. Y así fue que corrió a blindarse como candidato del partido a la Xunta, por si acaso. Este texto no es ninguna novedad, porque el PSOE en Galicia lleva dividido desde siempre. Antolín ya se peleaba con Laxe (quería su puesto antes de tiempo) y Laxe miraba para él, hasta cuando estaban en el poder. Parece que en el ADN socialista galaico estén impresas la división y el enfrentamiento. Inés Rey en A Coruña no está viviendo nada más que los consecuencias de un PSOE que son un millón de PSOES. Como si cada militante pudiese ser seleccionador nacional. Los socialistas nunca se lo acabaron de creer en Galicia. Y los proyectos que funcionaron llevaban siempre firma al margen de las siglas: Paco Vázquez, Orozco, Lara, Estévez, Bugallo o ahora Abel. Puede ser que esa fragmentación sea la razón por la que sean tres los que luchan/comparten titulares en la prensa: Abel Caballero, Javier Losada y Gonzalo Caballero. Pero ¿quién manda en el PSOE gallego y en sus taifas locales?: es un brumoso misterio.