Soy un lector asiduo de los artículos de opinión de José Luis Barreiro Rivas en La Voz. En general coincido con sus reflexiones sobre política autonómica y nacional. Pero he de manifestar que no comparto en absoluto sus opiniones sobre la atención primaria publicadas el pasado sábado.
En primer lugar, indica que existe una coincidencia «en la necesidad de una reforma integral de la atención primaria, como parte esencial de la renovación progresiva del sistema público de salud…». He de aclarar que Consellería solo lo reconoció cuando, a principios de diciembre del pasado año, los jefes de servicio de la EOXI (Estructura Organizativa de Xestión Integrada) de Vigo denunciamos el deterioro y pedimos medidas especificas para potenciar la atención primaria.
En segundo lugar, los profesionales no apuntamos, ni de lejos, «hacia el mantenimiento del actual esquema de competencias y obligaciones del personal». Una de nuestras demandas es cambiar el actual organigrama de las EOXI, para poder precisamente cambiar las obligaciones de los profesionales, ya que las competencias vienen determinadas por los perfiles profesionales de cada colectivo. Y estamos muy de acuerdo en «cambios que incluyan una redefinición de las funciones y los estatutos del personal sanitario, para que el ejercicio de la medicina se desburocratice, para que los estamentos de enfermería y farmacia asuman competencias de control en los tratamientos crónicos, y para que la agenda del médico deje de depender en muy alta medida de los trámites burocráticos». Manteniendo por supuesto la universalidad, la equidad, eficiencia y la sostenibilidad del sistema.
En nuestra perspectiva, para empezar a andar, es necesario tener claro cuál es nuestra meta, cosa que creemos que la Consellería no tiene nada claro. Pero hay una necesidad ineludible de un cambio global «que incorpore nuevos marcos de referencia que sitúen a la atención primaria como elemento vertebrador del sistema de salud, ya que, por su integralidad, accesibilidad, proximidad a la comunidad y longitudinalidad, es el eslabón más adecuado para dinamizar e integrar las actuaciones de salud pública a llevar a cabo en el ámbito comunitario y educativo, y la que debiera conectar las distintas dimensiones de la salud en todas las políticas, la salud comunitaria, salud pública y la propia atención primaria. Un proyecto global, que defina, dirija y focalice claramente los objetivos en torno a la quíntuple meta, que defina las subpoblaciones de pacientes y los procesos diferentes que satisfagan sus necesidades, y que conlleve cambios de calado en el modelo de financiación y de organización, que permitan que el sistema funcione de forma armónica» (Juan José Sánchez Castro).
La Consellería ha presentado «un nuevo modelo», producto de unas mesas de trabajo que no llegaron a completar el recorrido previsto. Este modelo no aporta nada novedoso a lo que existía con anterioridad, es muy vago y no concretiza nada. No se puede cambiar solo la atención primaria, se necesita, como dijimos con anterioridad, un cambio sistémico, en tendiendo el Servizo Galego de Saúde como «un todo complejo de partes interrelacionadas e interdependientes en lugar de entidades separadas» (A. Erazo, Un enfoque sistémico para comprender y mejorar los sistemas de salud).
Por último, decir que desde el principio hemos descartado «una contienda política o económica». Solo nos mueve la necesidad profesional de poder dar una respuesta adecuada a las necesidades crecientes de los ciudadanos, sin que sea a costa de la sobrecarga, el estrés y la frustración de los profesionales, de todos los colectivos, implicados con la empresa y la sociedad.