¿Deberían exhumarse los restos de Franco del Valle de los Caídos?

El portavoz popular Pedro Puy y Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, exponen sus puntos de vista

Nada más entrar a La Moncloa, Pedro Sánchez anunció la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos. Nueve meses después de su llegada al poder, los huesos del dictador continúan sin moverse. A pesar de que la ministra de Justicia, Dolores Delgado, compareció ante los medios la semana pasada dar por culminado el enfarragoso proceso legal, el Ejecutivo decidió conceder un plazo de 15 días a la familia para que se decida por el nuevo lugar elegido para el enterramiento. 

Pedro Puy, portavoz del PP, considera que lo mejor es «pasar páxina». Por su parte, Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, defiende que la democracia «no puede enaltecer a un dictador».


En contra

La cultura democrática no puede enaltecer a un dictador

Imagina alguien a una víctima del terrorismo obligada a pagar con sus impuestos un mausoleo dedicado a ensalzar al asesino de un ser querido? ¿No parecería una forma de maltrato por el Estado o una falta de la mínima humanidad? Pues algo similar es lo que han hecho todos los gobiernos españoles desde que se recuperó la democracia, en 1977. Han otorgado un lugar de preferencia al responsable de la desaparición de 114.226 civiles (muchos de ellos gallegos en un territorio donde no hubo guerra), de miles de violaciones, del exilio de medio millón de personas, de crear una legislación que convertía a las mujeres en mascotas de los hombres, de que durante cuarenta años no se celebraran elecciones libres, ni hubiera medios de comunicación sin censura.

La retirada de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, es un derecho de las víctimas de la dictadura, un deber para un Estado democrático y un imperativo moral para quienes creen en las libertades y respetan la diversidad de ideologías. Que haya permanecido impasible, con flores frescas financiadas con dinero público, durante cuatro décadas de democracia explica y representa la dura y terrible travesía que han sufrido, por falta de apoyo de las instituciones, las víctimas de la dictadura, que nunca han obtenido de las instituciones su derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación, como las víctimas de cualquier otro delito.

Desde ese punto de vista, resulta incomprensible la titubeante actuación de Pedro Sánchez, y está siendo lamentable ver cómo la familia de un dictador, que disfruta de una fortuna nacida del robo y el expolio, ha echado durante semanas un pulso de tú a tú a todo un gobierno.

Los restos del dictador Francisco Franco deberían ser trasladados de día, con luz y taquígrafos, para explicarle a la ciudadanía por qué una persona que conquistó y se mantuvo en el poder utilizando una terrible violencia no puede recibir ningún tributo por parte de una democracia. Sería una gran lección de cultura democrática para millones de personas a las que no se les ha contado en sus libros de texto la dureza de la represión franquista.

Después del traslado, el Valle de los Caídos debe convertirse en un gran libro de texto que cuente su historia, cómo fue planificado, quiénes eran los presos políticos obligados a trabajar en él, y qué uso ha tenido el monumento desde su creación. Será un monumento que nos recuerde los caminos del fascismo, por los que nunca más debe transitar una sociedad.

Autor Emilio Silva Presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica

A favor

Pasar páxina

Un «home desprazado», Tzvetan Tódorov, xa nos advertiu sobre a memoria «exemplar». Porque é potencialmente liberadora, ao permitir aproveitar as leccións que nos dan as inxustizas do pasado para combater as do presente. Pero ten riscos, porque a memoria, mesmo a «exemplar», pode inducir a caer no misticismo, na exaltación do auténtico que evita o exercicio do xuízo universal con criterios racionais.

Os nosos avós, que fixeron a Guerra Civil ou se viron envoltos nela, non falaron daquilo, por medo á represión ou por mala conciencia. Os nosos pais liquidaron a ditadura e trouxeron a democracia, e tampouco falaron diso. Non porque o pasado non estivera presente. Ao contrario: a longa sombra da Guerra Civil e da ditadura estaba tan viva e próxima que a reconciliación e o consenso foron factibles porque renunciaron a falar diso, polo medo a reabrir feridas.

Pasaron outros 40 anos. É o tempo dos netos, incluso dos bisnetos. Que viven en democracia desde hai catro décadas, grazas aos pactos da Transición, e que, por viviren nunha democracia consolidada, xa non deberían ter medo: nin á represión nin a reabrir feridas. Que poden «abandonar o ‘‘eu’’ e camiñar cara ao ‘‘outro’’», aprendendo da historia, como propoñía Tódorov. Polo camiño da «paz, a piedade e o perdón», como se dixo en 1938. Polo camiño da reconciliación, como se dixo en 1956. Polo camiño do coñecemento, e do recoñecemento, daqueles que sufriron a represión no pasado, para evitar o sufrimento dos seus netos no presente. A Igrexa católica, que tardou 359 anos en rehabilitar a Galileo (da man doutro «home desprazado») xa leva anos amparando a petición dos netos de enterrar aos avós que deixaron en cunetas ou xunto ao valo dun cemiterio.

O único morto soterrado no Valle de los Caídos que non faleceu na guerra é Franco. Semella sinxelo resolver o problema. Se camiñamos, coma na Transición, pola vía do acordo. Non pola vía do «acordo do esquecemento», senón pola vía do acordo de non usar o pasado contra os adversarios do presente. Sería sinxelo se evitásemos caer na tentación, tan obvia, de construír, uns e outros, novos misticismos, deses que mobilizan o voto mediante a «exaltación do auténtico». Sería sinxelo, simplemente procurando actuar desde o xuízo universal con criterios racionais.

Aproveitando, netos e bisnetos, tamén na polémica conscientemente traída ás eleccións sobre a localización dos restos mortais do ditador, para pasar páxina. Sen esquecer que, para pasar páxina, antes hai que lela.

Autor Pedro Puy Portavoz do PP no Parlamento de Galicia
Votación
29 votos
Comentarios

¿Deberían exhumarse los restos de Franco del Valle de los Caídos?