Atención primaria sin respuestas

Susana Aldecoa LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

22 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Acaba de tener lugar la presentación del nuevo modelo de atención primaria en la Consellería de Sanidade. Este proyecto surge no de una necesidad sentida por nuestros gestores, sino como respuesta a la movilización de unos profesionales que necesitan dignificar su trabajo para poder ofrecer a los usuarios una atención sanitaria de calidad en un entorno seguro. La urgencia en acallar esta demanda que no para de crecer puede ser la principal causa de que el documento sea inconcreto y anticuado.

Podemos distinguir, para el análisis, los problemas derivados de la falta de recursos, de aquellos que surgen de la necesidad de introducir cambios en el modelo actual. Los profesionales planteamos cinco demandas que permitan la organización adecuada de los centros y los medios humanos y materiales imprescindibles para prestar la atención necesaria, para avanzar entonces en las correcciones del modelo necesarias para adaptarse a las cambiantes necesidades de los ciudadanos.

Partiendo de esta premisa busqué en el contenido del documento las respuestas que ofrecen a las cinco reivindicaciones concretadas en las asambleas celebradas en las siete áreas sanitarias de Galicia, absolutamente coincidentes en su contenido y fruto de la inatención prestada a la atención primaria en los últimos años.

La primera de ellas, un presupuesto diferenciado con el necesario incremento para las crecientes necesidades, imprescindible para impulsar cualquier iniciativa, no se contempla.

La segunda, el incremento de personal, con la convocatoria de todas las plazas necesarias, ofrece la curiosidad de que cita 28 plazas de enfermería y no hay concreción alguna respecto a las restantes categorías.

En relación a la tercera, la creación de contratos estables para los profesionales en precario, no se trata.

La cuarta se refiere al conflicto de los Puntos de Atención Continuada. Además de no ofrecer soluciones a las demandas de los profesionales de urgencias, tampoco se hace el necesario replanteamiento de la organización de la atención urgente.

Y la quinta y en buena parte responsable de la situación en la que nos encontramos, los necesarios cambios de las estructuras directivas, no suponen cambios reales, son meros cambios de nombre con idéntico contenido, como bien explicitaron los presidentes de las tres sociedades médicas de atención primaria cuando abandonaron los grupos de trabajo.

Tras la decepción de no encontrar respuestas a las demandas que planteamos, ¿qué queda? Una serie de líneas estratégicas que adolecen de concreción, de indicadores, de valentía para afrontar nuevos retos con propuestas innovadoras. No se afrontan en profundidad aspectos como los criterios para reordenar los recursos, la carrera profesional como herramienta de puesta en valor, las medidas de protección de las plazas y de la figura de los tutores, la política en relación a la universidad con la imprescindible creación de un departamento de Medicina de Familia, los indicadores de seguimiento de los cambios implementados, la situación de Pediatría, las jubilaciones por venir, etc.

El documento tiene un planteamiento limitado que no afronta las necesidades de recursos, ni los necesarios cambios conceptuales y estratégicos.