El sucursalismo

Rubén Santamarta Vicente
Rubén Santamarta PAISANAJE

OPINIÓN

16 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La disciplina de partido se ha confundido ya con el voto a ciegas para conservar el asiento. No hay hoy matiz alguno. Se observa en cada votación en el Congreso, en el que los 350 diputados olvidan la circunscripción que les ha elegido para evitar molestar al líder. Es frecuente en democracias anglosajonas que las mayorías se tengan que conseguir voto a voto, y no grupo a grupo. Esta semana se ha vivido un episodio de esos, de medir lealtades, con los ya fallidos Presupuestos del Estado. Son unas cuentas manifiestamente mejorables para Galicia, por mucho que se hayan empeñado algunos en justificarlas con la subida de las pensiones o el salario mínimo (que entran en vigor vía real decreto, sin necesidad de esos presupuestos). Sucede que detractores y partidarios han votado no atendiendo al partido, no al contenido. También (casi todos) los diputados gallegos, incluso aquellos que dijeron «no, y no, y no», y luego fue «sí y sí». Actuar así es convertir a Galicia en una sucursal de Madrid.