La fidelización del talento, un reto constante

Bartolomé Pidal

OPINIÓN

06 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Comenzamos nuevo año y nueva etapa del mercado laboral. La continua evolución que experimenta está condicionada de forma directa por el contexto económico, las decisiones políticas, la globalización y los cambios sociales que experimenta el país. Pero también por la digitalización que ha transformado los hábitos y costumbres de los usuarios y también de las empresas en busca de una mayor competitividad.

Buen ejemplo de lo expuesto lo pudimos observar ya a 1 de enero con la entrada en vigor de las nuevas medidas socio-laborales aprobadas por el Gobierno. Medidas a las que debemos sumar las nuevas tendencias en el mercado de trabajo para poder esbozar cuál será el escenario actual para el presente ejercicio. Este escenario contempla profesionales cualificados y proactivos, con competencias digitales avanzadas; la gestión del talento por parte de las empresas para desarrollar al máximo el potencial de sus trabajadores; la productividad como un indicador de eficiencia y la movilidad empresarial, a través de las nuevas tecnologías, para poder trabajar en lugares diferentes en beneficio de la conciliación y la optimización del tiempo. Todo ello en un mercado de trabajo flexible en el que se consolida además el coworking en aras del fomento de la productividad y la creatividad.

Sin embargo uno de los retos que es una constante para el mercado laboral año tras año es la fidelización del talento. La inclusión de las nuevas generaciones de trabajadores al mundo del trabajo ha propiciado que las empresas hayan tenido que apostar por la generación e implantación de políticas de RSC. El motivo, que el joven talento busca nuevos incentivos laborales que llenen sus expectativas como empleados. Hablamos de profesionales comprometidos que demandan a las organizaciones de las que forman parte oportunidades de crecimiento, desarrollo personal y profesional, una cultura y valores empresariales en los que crean, conciliación familiar y profesional y ser parte de las decisiones de la compañía.

En definitiva, un entorno laboral motivador que ha dado lugar además a la modificación del concepto salario aportándole una doble vertiente, la retributiva y la emocional, a la que hay que dar respuesta para lograr retener el talento dentro de las organizaciones. Un reto al que también nos enfrentamos las empresas de gestión de recursos humanos ya que hay que adaptar la selección de candidatos a los cambios que ha experimentado la sociedad tanto en su forma de vida como de concebir el trabajo. La transparencia en el proceso de selección es clave: motiva al candidato, mejora su satisfacción durante el proceso y aporta un valor diferencial en la captación de talento.