Fascismo eterno

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

EDUARDO PEREZ

17 dic 2018 . Actualizado a las 09:07 h.

En una conferencia dictada en la Universidad de Columbia en 1995, Umberto Eco esbozó 14 características de lo que denominaba «fascismo eterno». Están contenidas en un librito titulado Contra el fascismo (Lumen): culto a la tradición, irracionalismo, la acción por la acción, rechazo del pensamiento crítico, miedo a la diferencia y racismo, explotación de la frustración individual o social, nacionalismo y xenofobia, sentimiento de humillación, la vida como una lucha, elitismo popular, exaltación del héroe, machismo y condena de la homosexualidad, populismo, oposición a los «podridos» gobiernos parlamentarios y empleo de un lenguaje simplista construido con etiquetas. Les invito a hacer un ejercicio teórico pero esclarecedor: ¿A quiénes se les podrían aplicar ahora estos patrones? Sin duda, algunas de estas características están presentes en los mensajes de líderes de la extrema europea como Le Pen, Salvini o Wilders, mandatarios de las llamadas «democracias iliberales» (Orban, Putin o Erdogan), en Trump y en Bolsonaro. También se detectan en Vox, no tanto en su programa, que también, sino en declaraciones y puesta en escena de sus dirigentes. Varias se pueden atribuir propiamente a Torra. Aunque tildar a alguien de fascista se haya convertido en un insulto que se suele aplicar sin rigor, sí es cierto que actualmente está en auge un populismo fascistoide que, manteniendo las formas de la democracia, pero con gran agresividad verbal, entraña graves peligros. Eco decía hace ya más de 23 años que el fascismo eterno «puede volver todavía con las apariencias más inocentes; nuestro deber es desenmascararlo y apuntar con el índice sobre cada una de sus formas nuevas, cada día, en cada parte del mundo». Amén.