Los gallegos somos insulares

Carlos Punzón
CARLOS PUNZÓN PUNZADAS

OPINIÓN

12 dic 2018 . Actualizado a las 16:31 h.

A lo mejor sus abuelos nunca han viajado en avión, pero aún así pagan vía impuestos a aerolíneas para que recalen en Lavacolla, Alvedro o Peinador, hasta con 18 euros por asiento, nada menos. A lo mejor sus padres o usted ni se acuerdan de cuándo fue la última vez que cogieron un tren, pero el año pasado Renfe ingresó 864 millones de euros en subvenciones públicas para rebajar por interés general el importe de sus billetes de media distancia y cercanías, ese servicio, que aunque usted lo esté pagando, no existe en Galicia. Y con muy raras excepciones lo más seguro es que no recorra más que por despiste alguna de las nueve autopistas del centro de España y el Mediterráneo que con dinero de todos ha rescatado la Administración central con una factura que difícilmente bajará de los 2.000 millones.

En cambio cuando se detectó que la AP-9 corría riesgo de colapso en Rande o a su paso por Santiago se decidió que su ampliación la pagasen los usuarios de todo el vial, aunque no toquen los dos tramos mejorados. Y cuando se cayó en la cuenta de que el eje Vigo-Pontevedra tenía un precio por kilómetro superior al resto de la autopista y mayor que la media del resto del Estado, se volvió a decidir que todos los demás usuarios de la AP-9 fueran solidarios con ese tramo asumiendo en sus peajes la rebaja que hace gratis el viaje de vuelta entre ambas ciudades.

Expongo estas cinco realidades para contrastarlas con las reflexiones del ministro de Fomento con las que ha puesto en duda la justicia de que las operaciones aéreas estén grabadas con una tasa, o que los movimientos ferroviarios tengan un canon y que en cambio viajar por autovía sea gratis. Su pregunta de si no sería más ecuánime que las carreteras de gran capacidad sean mantenidas por sus usuarios, desmonta, si la respuesta es positiva, todos los ejemplos anteriores. Que los billetes de avión los paguen pues quienes los necesitan, lo mismo que en los trenes, o ya puestos, que la educación o la sanidad públicas las sostengan quienes hacen uso de ellas. ¿Y qué hacer con los que viven alejados del centro del país, de los principales mercados nacionales o de la frontera con Europa? Pues depende: si usted viviese en Canarias, Baleares, Ceuta o Melilla tiene un descuento sufragado por todos del 75 % en sus billetes de barco o tren, pero si reside en Galicia, las mejoras de la autopista se las paga usted, y si se llegan a implantar peajes en las autovías, pues somos los más alejados de todo, o sea, que pagaremos más. Por eso ha llegado el momento de declararse insulares, a ver qué sacamos.

Si usted viviese en Canarias, Baleares o Ceuta tiene un descuento sufragado por todos del 75 % en sus billetes