Andalucía, «voces de muerte sonaron»

Fernando Ónega
Fernando Ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

16 nov 2018 . Actualizado a las 08:07 h.

Ha comenzado la campaña electoral en Andalucía ¡y cómo cambió el panorama! En los anteriores comicios todo el interés y el suspense se reducían a saber si ganaría el PSOE o el PP. Nadie daba un euro por Ciudadanos, aunque terminó por ser el partido que permitió gobernar a Susana Díaz, e Izquierda Unida era más prometedora que Podemos.

Hoy, a poco que acierte el CIS de Tezanos, el PSOE sigue siendo la fuerza mayoritaria, Ciudadanos le pega un fuerte mordisco al Partido Popular y hasta Felipe González cree que al PSOE triunfante no le quedará más remedio que pactar con la alianza de Izquierda Unida y Podemos, que empata en intención de voto con Ciudadanos y PP.

El interés nacional de estas urnas es que son las primeras en medir los efectos Sánchez y Casado. Sobre todo, el efecto Casado, porque el PSOE andaluz se sale de la lógica política: ha protagonizado el episodio más grave de despilfarro de la etapa democrática; no se distinguió por su eficacia en el Gobierno regional, como demuestran los datos de paro; lleva casi cuarenta años en el poder, lo cual debería provocar un impulso elemental de relevo; sin embargo, y siempre según el CIS, no sufre el menor deterioro y los que piden un cambio (el 60 %) no son suficientes para provocarlo. Hay pocos casos de tanta fidelidad social a unas siglas y durante tanto tiempo. Cuando José María Calviño dirigía la televisión pública decía: «Si pongo a mi perro a presentar el telediario, tendríamos la misma audiencia». Con los debidos respetos a la señora Díaz, el Partido Socialista puede decir lo mismo respecto a la presidencia de la Junta de Andalucía.

Quien se examina de verdad es Pablo Casado, que repite candidato, pero él se estrena y está volcado en la campaña, aunque con malas perspectivas. Si Ciudadanos le arrebata los escaños que anuncia el CIS, lamento decirlo, pero será su primer fracaso. Quizá le falle el lenguaje, que está siendo demasiado escabroso. Quizá le sobre tono bélico. Quizá exagere los tintes negros con que tiñe al PSOE, sabiendo cómo el socialismo es querido en Andalucía. O quizá le falle el candidato. Pero debe hacer un análisis urgente, porque fue literalmente barrido en Cataluña. Si ahora es fuertemente mordido también por Ciudadanos en Andalucía, el PP corre el riesgo de ser perdido como referencia del centro-derecha.

No anticipemos acontecimientos, que una encuesta solo es una encuesta y el PP tiene grandes posibilidades de recuperación en las municipales de mayo. Pero, mirando a la cita del 2 de diciembre, hay sondeos privados que apuntan a una nueva derrota a manos de Ciudadanos. En Génova pueden sonar los versos de García Lorca: «Voces de muerte sonaron cerca del Guadalquivir».