Ortografía

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

10 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tocaba reforma educativa, como siempre que hay cambio de color en el gobierno, y se ha anunciado esta semana. También fue noticia que casi un diez por ciento de las plazas de profesores de secundaria y FP quedaron sin cubrir: abundaban las vacantes, veinte mil, pero sobreabundaron las faltas de ortografía. Que un graduado universitario escriba mal significa que falla todo el sistema. Pero si ese graduado llega a profesor, ya no tiene arreglo.

Recibo a los alumnos en el primer curso de carrera y compruebo que los errores de escritura crecen con cada nueva promoción. Cada año producen más y más variados. No se limitan a espolvorear las tildes y los signos de puntuación de modo que caigan en cualquier parte. Ya no es un problema de bes, uves, i griegas o de usos anómalos de las preposiciones. Ahora juntan palabras o las parten, omiten sustantivos o verbos imprescindibles para que la frase tenga algún sentido. Atribuyen a los términos significados improbables, a veces deslizados desde otros con algún parecido. Escriben y hablan al tacto, por aproximación, como si dieran manotazos al aire. No sienten afecto ni respeto por las palabras, y las palabras, claro, tampoco los respetan, y eso los convierte en vulnerables, en carne de fácil manipulación, porque les impide pensar.

Se dice que esto ocurre porque no leen ni escriben, porque no se ejercitaron con dictados, porque… Quizá. Pero la razón principal, me parece, radica en la progresiva incapacidad para prestar atención que todos padecemos, en la multiplicación de estímulos que nos distraen y nos impiden fijarnos, concentrarnos, darnos cuenta. Algo relacionado con la omnipresencia de las pantallas, incluso en el aula.

@pacosanchez