Abrazar en tiempos de Villarejo

Laureano López
Laureano López EL ENFOQUE

OPINIÓN

Emilio Naranjo | EFE

07 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Para estar en política basta con saber abrazar. Claro que un abrazo político no es nunca solo un abrazo. Es una de las cosas que diferencia a los que andan en la cosa pública (del resto) de los humanos. En este abrazo excesivo entre Pedro Sánchez y el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, fervoroso susanista en tiempos del susanismo, se puede percibir de manera nítida. En las hemerotecas hay fotos de abrazos similares entre Rajoy y Aznar, estas casi ya en blanco y negro, o entre Casado y Cospedal, increíblemente aforada aún. En la imagen tomada ayer, las manos de Pedro Sánchez no abrazan, realmente palpan, reconociendo el paño; y más aún, recorren la chaqueta del visitante de la Moncloa como intentando averiguar si hay un micrófono oculto entre el poliéster. Es el abrazo político en tiempos del magnetofón de Villarejo.