Este Madrid es una ruina

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

30 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Sin hambre, al nivel competitivo que está el Madrid, no hay nada. La diferencia en el Himalaya es mínima y la exigencia, máxima. ¿Puede un equipo que viene de ganar tres Champions seguidas ser una piltrafa? Puede. Este Madrid es una ruina. No es solo Cristiano, que también. Cristiano aportaba goles y un ego inmenso que tiraba del equipo en los grandes partidos. Benzema solo contagia pereza. Y ver a Mariano ahí arriba tiene que dar la sensación a Kroos o a Modric de que están jugando con el Castilla.

Encima Zidane no molestaba. Y Julen se tomó el trabajo de entrenador en jefe en serio. A Lopetegui son muchos los españoles que se la tenían jurada. En plan, sabemos lo que hiciste el último verano. Tenía que aguantarse las ganas de firmar hasta después de ser campeón del mundo, pero entre él y dos narcisistas como Florentino y Rubiales destrozaron un mundial que, como se vio, era una perita en dulce para la selección. La maldición le perseguía y ha terminado con él.

Que el Barça le meta cinco al Madrid sin Messi es terrorífico, Halloween anticipado. Pero la sensación de que hasta Ramos no defiende ni a una estaca es tremenda. Modric está muerto, tras la proeza con Croacia. Arriba no hay mucho, pero es que los de atrás meten miedo y goles en su puerta.

Los madridistas no deben nombrar culpables que no lo son: Cristiano, Lopetegui... Que piensen en el palco. El que ha sumado errores con errores creyéndose dios es Florentino. Cristiano dice que «Florentino le miraba como si no fuese imprescindible». La frase define a Cristiano, y a Florentino. Vaya par de ombligos gigantes. No puede permitir la fuga de cincuenta goles sin plan B.

Florentino es de los que se creen que los títulos los gana el presidente. Los proyectos son las personas. Y, sin las personas motivadas, solo va a recibir goles y una tormenta ganada a pulso de abucheos. Lo más blanco que va a ver serán los pañuelos pidiendo dimisiones.