¿Por qué nos preocupa tanto?

Manuel Lage PSICÓLOGO CLÍNICO

OPINIÓN

27 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que se legalizaron los juegos de apuestas en España, en 1977, hemos sufrido los graves perjuicios causados por el abuso de esta conducta. A nivel clínico, en los centros de tratamiento de la ludopatía somos testigos de cómo ha aumentado el número de jugadores patológicos cuyo juego principal es el de las apuestas en la Red y de cómo los afectados son cada vez más jóvenes.

¿Por qué nos preocupan tanto las apuestas on-line? En primer lugar, por el gran número de personas que juegan y su progresión: en el último informe presentado por la Dirección General de Ordenación del Juego se observa un incremento generalizado tanto de jugadores activos como del volumen de depósitos y retiradas, el gasto y el importe medio de la participación. En segundo lugar, por ser una actividad que puede derivar en un grave problema: un 16 % de los jugadores on-line apuestan al póker y tienen entre 18 y 24 años, y un 14 % hacen apuestas deportivas. Y, tercero, por la alta frecuencia, semanal o diaria, de las apuestas en línea.

Pero quizá la razón por la que más nos preocupa es por su alto potencial adictivo, cuya explicación se debe a varios factores: disponibilidad (permanente las 24 horas del día) y facilidad de acceso, desde casa y con solo apretar un botón. También se puede utilizar desde cualquier parte del mundo. El juego se vincula con actividades deportivas de masas y estrellas mediáticas: hay una constante provocación a la apuesta por grandes jugadores de fútbol en la retransmisión de los partidos y eventos deportivos, etcétera.

Todos podemos ser víctimas del juego, pero un grupo especialmente vulnerable son los menores. No nos olvidemos.