Competitividad y racionalidad

Enrique Mallón TRIBUNA

OPINIÓN

20 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Sin duda estamos en un momento en el que la energía es un factor clave de competitividad para la industria gallega, española y mundial. Desde el sector metalúrgico gallego y desde la industria en general vemos con nitidez la necesidad imperiosa de un Pacto de Estado sobre Energía. No es de recibo, para un país del nivel de España, ni para una comunidad como Galicia, estar permanentemente expuestos a los vaivenes de un factor que a día de hoy es voluble y cambiante y que puede provocar, en el peor de los casos, consecuencias dramáticas para la industria de un país.

El eventual Pacto de Estado debe establecer una estrategia energética clara y un modelo estable y predecible respecto al suministro y al consumo energético. Debemos reflexionar y debatir sobre la conveniencia de una tarifa eléctrica gallega, siempre desde un prisma de solidaridad nacional pero también valorando, en positivo, los recursos que tiene nuestra tierra y que quizás debieran ser aprovechados, en mayor medida, para las industrias que se implantan en Galicia.

En estos días hablamos de Alcoa, pero no hay que olvidar que hay otras empresas, varias de ellas multinacionales, que verían con muy buenos ojos una reducción del coste energético. Existen soluciones para mejorar el suministro como puede ser la compra agrupada del sector metalúrgico gallego, pero es sólo una medida paliativa o de competitividad parcial, pero no es la solución definitiva, ni mucho menos.

Además, tenemos capacidades territoriales únicas para potenciar las energías renovables, así debemos reactivar la industria eólica terrestre gallega y pensar “en grande”, por ello hemos destacado siempre la conveniencia de implantar eólica marina cerca de nuestras costas, industria que no tiene impacto visual ni impacto medioambiental, industria defendida y auspiciada incluso por organizaciones protectoras del medio ambiente y que ya está avanzando de manera clara en Alemania, Reino Unido o incluso en Portugal.

Nuestros industriales creen estar ante un momento histórico, momento para el que no valen parches momentáneos o temporales, debemos trabajar para recuperar el tiempo perdido, para el establecimiento del nuevo modelo energético español y gallego.

Es necesario el Pacto de Estado sobre energía y no hay ningún partido político o sensibilidad política o ciudadana que pueda estar en contra de ello; debemos ser rigurosos y responsables con el futuro de nuestra sociedad y para ello necesitamos ser competitivos industrial y empresarialmente. Los ciudadanos agradecerán el esfuerzo eventual de nuestros gobiernos por garantizar la viabilidad de nuestra calidad de vida y de nuestra sostenibilidad como país.

En estos momentos no debemos quedarnos impasibles ante una decisión del calado del posible cierre de las plantas de Alcoa, no solo por la destrucción de empleo directo e indirecto sino también porque nuestra estratégica industria del aluminio gallega (Extrugasa, Cortizo, Exlabesa, Indalsu, Inasus, Aluman, Caamaño…) perdería un factor de competitividad. Nuestras empresas de extrusión de perfiles de aluminio, anodizados, carpinterías metálicas, cerramientos, etc… engloban a más de 9.000 trabajadores en Galicia, ellos serán también claros perjudicados por una decisión de este calibre. De todos modos, debemos aprovechar esta mala noticia para dar un giro y poner un punto y aparte en la cuestión energética. El tiempo apremia sobre el modelo energético y sobre la potenciación y arraigo de nuestra industria.