Otro zurcido tributario

Rosa López Río CONTADORA DEL COLEGIO OFICIAL DE GESTORES ADMINISTRATIVOS DE GALICIA

OPINIÓN

14 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo que conocemos de las medidas fiscales acordadas es todavía muy genérico y habrá que ver cómo se materializan y concretan sobre el papel para poder valorarlas en su justa medida. En cualquier caso, estas posibles modificaciones vuelven a ser parches en la normativa que no van a solucionar los problemas tributarios de fondo de este país y, de nuevo, no abordamos una reforma integral del sistema fiscal que sea capaz de atender los gastos del Estado, que se tome en serio la lucha contra el fraude, que aborde la progresividad real de los impuestos y que termine de una vez por todas con la inseguridad jurídica que sufren permanentemente los contribuyentes. Necesitamos un pacto político y social para hacer una reforma total del sistema tributario que nos lleve de nuevo a los principios constitucionales de progresividad, igualdad y generalidad.

Con este acuerdo volvemos a poner remiendos; subimos tipos en IRPF a las rentas superiores a 130.000 euros, bajamos tipo impositivo de Sociedades a las pequeñas empresas, ponemos tributación mínima en Sociedades a las medianas y grandes empresas, prohibimos amnistías fiscales, dotamos de mayor control a las sicav... A unos les parecerán buenas decisiones a otros malas, a unos les irá mejor y a otros peor, pero todas ellas son parches de un sistema fiscal injusto e insuficiente. Todo este zurcido fiscal supone, por una parte, que veamos incrementada la inseguridad jurídica de los contribuyentes con una normativa diferente cada año e incluso varias modificaciones en el mismo ejercicio; por otra parte, imposibilita la planificación empresarial a corto plazo (no sabemos todavía qué sucederá con nuestros impuestos el 1 de enero), y de la planificación a medio y largo plazo, ya ni hablamos.

Estos cambios constantes también desincentivan a los emprendedores, a quienes les resulta muy difícil e inseguro decidirse a iniciar un proyecto de negocio debido a todas las incertidumbres que la Administración genera y, lo peor de todo, es que aumenta la economía sumergida que tantos daños ocasiona en la sociedad. Este parcheo también provoca que los profesionales tributarios no podremos asesorar a nuestros clientes sobre importantes decisiones empresariales de cara al año 2019, porque en el mes de octubre todavía no sabemos qué va a ocurrir. ¿Lo sabremos el 31 de diciembre?