Tiene razón Coque Malla. Puede que Vox no hubiera afinado lo suficiente al elegir el tema No puedo vivir sin ti para amenizar la velada de Vistalegre, para agitar las banderas con ritmillo patrio. Salvo que hayan cambiado su posición con respecto a la orientación sexual de las personas, como apuntaba el propio músico en una exquisita reflexión. La verdad es que los responsables de comunicación del partido de ultraderecha tienen mejores reinterpretaciones a mano. Ni siquiera es necesario salirse del repertorio de Los Ronaldos para encontrar vistosos rotos para sus grandes descosidos. Basta con seleccionar fragmentos de ciertas canciones y seguir alejándose del propósito original del compositor. Una pizca de aquí y un poco de allá. Un Adiós papá tuneado como Adiós PP, sin que falte, por supuesto, aquello de «consíguenos un poco de dinero más». Con besos para la «derechita» desde esta derechota de pelo en pecho que tanto recuerda al ministro Salvini. Tampoco encaja mal la canción No me digas la verdad a la hora de prometer una bajada masiva de impuestos sin que se resienta nada en el sistema. «No me digas la verdad, que me muero. No me digas la verdad, que me pongo enfermo». Pero hay una pieza de Los Ronaldos que roza la perfección si el objetivo es presentar a Vox en sociedad a lo grande, como se merece. Cuidado conmigo. Su claridad es imbatible. «Cuidado conmigo... Por favor, no me pongas de mal humor. Por favor, no me dejes las llaves, sino luego pasa lo que tú sabes». Y al final de cada acto político los voxeros y voxistas no deberían dudar. Es el momento de que suene Tú verás.