Avances en física láser

Manuel Luis Casalderrey
Manuel-Luis Casalderrey RINCÓN ABIERTO

OPINIÓN

REUTERS PHOTOGRAPHER

10 oct 2018 . Actualizado a las 10:03 h.

La luz de los láseres (en plural, porque hay muchos tipos de láser) se caracteriza por su coherencia: todas las ondas que la constituyen se acoplan coherentemente unas a otras reforzando su intensidad. Es algo similar a lo que ocurre en un campo de fútbol cuando las voces de los espectadores se acoplan para gritar ¡¡¡gooool!!! Ese sonido reforzado se percibe a gran distancia.

De la coherencia se deriva la direccionabilidad. Los haces de luz láser apenas se dispersan (se abren) en su recorrido y en esa propiedad se basan muchas aplicaciones de los láseres: trazar con precisión la verticalidad de un edificio, actuar como mira de un arma convencional o como guía de misiles a los que lleva certeramente al objetivo. En la direccionabilidad se basa el uso de los láseres en oftalmología. Hay que apuntar certeramente a los puntos en los que se quiere soldar la retina para evitar su fatal desprendimiento, o a la córnea para pulirla y corregir la miopía.

El Nobel de Física de 2018 se ha concedido a dos físicos y a una física por sus descubrimientos relacionados con avances en física láser. Las pinzas ópticas de Ashkin permiten mover átomos, virus, células. La contribución de Mourou y Strickland tiene que ver con la direccionabilidad de la luz láser y su aplicación en oftalmología. Con el apoyo de la tecnología consiguieron pulsos ópticos láser ultracortos y de alta intensidad, con aplicaciones industriales y médicas.