Un Gobierno sin astronautas

Laureano López
Laureano López CAMPO DE BATALLA

OPINIÓN

PACO RODRÍGUEZ

27 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No debe de ser tarea fácil ponerse a remodelar un Gobierno. Ni siquiera cuando el que hace la llamada es Feijoo. No son buenos tiempos para la cosa pública. Tiene que haber por ahí campando cierto miedo a abrir el mueble-bar de casa para celebrar un nombramiento y que dentro estén Villarejo y su magnetofón, o un inspector de Hacienda, o el tribunal de una tesis fusilada sin recato. Cuántos le habrán dicho al presidente de la Xunta mira, no, yo es que no me veo. Ni se sabe ni se sabrá, aunque Feijoo no suele vender enciclopedias a puerta fría: acostumbra a echar mano de trabajadores de la Administración o de la Universidad, perfiles más bien desconocidos fuera de su ámbito. Ahora lo ha vuelto a hacer, lo cual no es una sorpresa: pocos Gobiernos hay tan presidencialistas como el suyo, lo cual es natural si tenemos en cuenta que, guste o no guste, él se gusta, y gusta en general, según dicen las encuestas y las elecciones. La gestión, pues, de la Xunta ?también, guste o no guste? seguirá su rumbo, ya vimos hace tres meses que Feijoo no es mucho de quemar las naves.

Dicho esto, no tiene uno ni que haber leído a Rosalía o a Cervantes para celebrar que Cultura sea de nuevo consellería, o que Educación deje, presuntamente, de ser una maría. Eso sí, esta crisis viene del ojo puesto por Feijoo en las ciudades, su más largo dolor de muelas, donde el PP perdió 6 a 1 el último partido, pero, erre que erre, el presidente insiste en que su modelo es exportable. Se verá. De aquí al 2020 seguiremos, pues, escuchando el mantra de Os Peares: estabilidad y control del déficit, gestión y ahorro, experiencia y sentido común, nada de experimentos. Para esto, claro, Feijoo no necesita fichar a presentadores de la tele. Tampoco a ningún astronauta. En este Gobierno no los hay. Otra cosa es que haya o no alienígenas. Eso también se verá.