Este periódico publicó el pasado 13 de septiembre un documentado artículo exponiendo el grave y creciente problema de la congestión de las vías de acceso a las grandes ciudades de Galicia (A Coruña, Vigo y Santiago), exponiendo que las áreas metropolitanas reclaman ampliación de viales o nuevas arterias para evitar los atascos.
Favorecer la ampliación de las vías existentes o la construcción de unas nuevas, esto es, dar mayores facilidades, provocará mayor uso del automóvil, mayor circulación y congestión del tráfico, sobre todo en horas punta y, por ello un deterioro del medio ambiente y de la calidad de vida de la gente, tanto viajeros como afectados. Hay soluciones alternativas y también exitosas experiencias de otras grandes ciudades, españolas y europeas, mayores y menores que las capitales gallegas citadas, en cuanto a disponer y utilizar las redes ferroviarias existentes o nuevas para solucionar el problema de la creciente congestión.
Una línea de ferrocarril con 4 veces la capacidad transporte de una autopista, ocupa menos de la mitad de superficie de esta, y su afección al medio ambiente es prácticamente nula. Incluso si la vía férrea entra en el entorno urbano en túnel, su carestía se hace totalmente competitiva, cuando se compara con el coste de ocupación de terrenos urbanos y la perenne afección contaminante por gases, partículas y ruido que originan los viales de penetración al aire libre. Los partidos políticos deben ser ambiciosos y perseguir que nuestras grandes ciudades dispongan de las mismas facilidades que otras urbes menores del resto de España que, además de beneficiarse de útiles servicios de cercanías ferroviarias, disfrutan de subvenciones que concede el Estado para establecer y explotar dichos servicios.