Los independentistas catalanes van ampliando con gran éxito la nómina de adhesiones. Ya no se puede hablar solo de Nicolás Maduro, Karmele Marchante o los neonazis europeos como fieles seguidores y defensores de Puchi y su muchachada. A medida que pasa el tiempo, el mensaje soberanista va calando en la sociedad y a él se van incorporando destacados personajes que ponen todo su empeño en contribuir a la internacionalización del conflicto, que es uno de sus grandes objetivos.
La última incorporación importante a esta misión es la de Javier Tebas, el presidente de la Liga de Fútbol, que después de pronunciarse a favor de la unidad patria, del sentido católico de la vida y en contra del aborto acaba de descubrir que España es como Armenia y que los catalanes sufren una implacable persecución política, lingüística y cultural. Dicho de otro modo, que a Tebas acaba de aparecérsele Torra y Pilar Rahola a imagen y semejanza de las apariciones del Palmar de Troya, para revelarle la opresión de un régimen totalitario sobre una ciudadanía democrática.
Y Tebas, en ese afán de ayuda inestimable, ha tenido una idea impagable. Llevar a Miami un partido de la nuestra liga futbolera. Pero no uno cualquiera. No un Sevilla-Valladolid, por ejemplo. Ni un Celta-Levante. No. Va a llevar un Girona-Barcelona porque precisamente estos dos equipos no son sospechosos de utilizar las gradas de sus estadios con fines políticos, ni se les ocurrió hacerlo. Lo del Camp Nou gritando por la independencia en el minuto 17 de cada partido es una interpretación libre de la obra poética de José Martí.
No hay que preocuparse como ya han hecho el Gobierno y partidos políticos, que son unos precipitados. Tebas, que lo controla casi todo, está convencido, como también lo deben de estar los soberanistas catalanes, que el partido será un éxito de proyección y promoción; no se sabe muy bien de promoción de qué, pero un éxito. ?Aunque bien mirado es muy razonable su aportación. Tebas fue militante y propagandista de Fuerza Nueva. Y ya sabemos que la ultraderecha está plenamente entregada y abducida por el procés.