Asistimos al enésimo capitulo del debate sobre la asistencia sanitaria en nuestra comunidad, ligada a la cobertura de los PAC y la saturación de las Urgencias, problemática que se repite año tras año, y no solo en invierno. Este mismo verano asistimos atónitos a cómo muchos pacientes pasaban horas y horas esperando su ingreso en condiciones que muy bien han descrito los defensores del pueblo en su informe del año 2015 y que también los colegios de médicos han resaltado en alguna ocasión. Preocupante es que los profesionales estén más tristes y desmotivados que nunca.
Hace dos años, todos los responsables de los servicios de urgencias (SUH) plantearon soluciones factibles a la problemática diaria de sus servicios. La realidad es que para plantear soluciones se precisa conocimiento, inteligencia emocional y capacidad de dialogo, en definitiva, liderazgo. La consellería negó la evidencia, ignoraron las propuestas, se ninguneó y despreció a los profesionales y se desarrolló un discurso vacío de contenido, pero con tintes moralistas apelando a la profesionalidad. Este es el conocimiento de la realidad que los responsables de esta consellería nos han demostrado este último año. Por eso sabemos (y lamentamos) que tendremos un nuevo otoño caliente. Ser leal a nuestros servicios y a la institución a la que todos los profesionales queremos (el Sergas) no significa decir siempre que todo es maravilloso. Significa valorar los aciertos, pero también reconocer y aprender de los errores y proponer mejoras. Para eso es preciso implicación y visión de futuro por parte de nuestros líderes. Al conselleiro le recomendamos conocimiento, inteligencia emocional y diálogo.