15 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.
Quizá exagere la Xunta cuando anuncia que la construcción de la treintena de nuevos parques eólicos movilizará en Galicia 8.400 puestos de trabajo, entre directos e indirectos. Quizá serán unos cuantos menos. Pero que el negocio del viento vuelva a mover sus palas para remontar de nuevo el vuelo es un hito de innegable trascendencia para la comunidad. Y esto sí va a ocurrir, y en un plazo corto de tiempo. Dentro de año y medio, Galicia recuperará su antaño posición de liderazgo en un mercado estratégico que lleva años adormecido.