Música y fieras

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

15 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Anda por el mundo de la música un cantante de esos de ahora, que canta ritmos latinos o futbolísticos con bastante éxito, que responde al nombre de Antonio José. Y al saberlo, a mí me ha entrado un sentimiento profundamente nostálgico. Porque ya hubo un músico llamado Antonio José, también a secas, que fue asesinado en Burgos en 1936. Tal vez si la escribo aquí, el cantante de ahora conozca la historia de su antecesor. Antonio José Martínez Palacios había nacido en Burgos en 1902. Desde muy joven mostró interés por la música y la composición. Con dieciocho años y una beca marchó a Madrid, donde conoció a Federico García Lorca -y donde le daban premios por sus composiciones, entre ellas una Sonata gallega-, y de allí a París. Regresó a Burgos en 1929 para hacerse cargo del Orfeón burgalés, y compuso, además del himno de Castilla que hoy se canta, entre otras muchas una obra que lo haría famoso, la Sinfonía castellana.

Antonio José gozaba de gran prestigio internacional cuando con solo 33 años, la edad fatídica, fue encarcelado y posteriormente asesinado por unas alimañas. Fue víctima de lo que se dio en llamar una saca. Su cuerpo sigue desaparecido. Yo lo conocí a través de otro burgalés, Óscar Esquivias, que con su misma edad publicó conmigo, en el 2005, una de las novelas españolas más importantes de los últimos años, Inquietud en el Paraíso. A Óscar, por este libro, le concedieron el Premio de la crítica de Castilla y León. Al Antonio José de ahora le dan discos de platino.