Ay, Paquita

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

OPINIÓN

02 jul 2018 . Actualizado a las 08:28 h.

Paquita tropieza, pero nunca acaba de caerse. Paquita, con su bolsa en la cabeza porque llueve, no se rinde. Paquita, con una reserva de tigretones en el cajón de su mesa. Paquita desentierra tesoros que después se van con otros. Que se creen mejores. Paquita, una lección de vida. Haz limonada si la vida te da limones. El Larios es lo que hace los mejores gintonics. Si las cosas se tuercen, una ración de torreznos, que ya vendrán tiempos mejores.

Ay, Paquita. Si supieses que es el cabify, no serías quien eres. Con tu vida en una caja, de cartón, lo malo que se quede en los contenedores. Tú comes cordero, como se ha hecho toda la vida. A otros con los suspiros de paella y las hamburguesitas de colores.

Paquita, por debajo de Puente Viejo, nada. Que te deben dinero, es cierto, pero no lo dudes, tú estás siempre con los mejores. Y aunque las grandes estrellas te vayan abandonando por otros más jóvenes, al final, lo que importa es que el resto no lo sabían, pero tú siempre te has leído los guiones. Que si hay que pedir favores, se piden. Y si el dinero no llega, nos lanzamos al coworking.

Qué dura es la vida para los que llevan la etiqueta de perdedores. Paquita se tropieza, pero nunca acaba de caerse. Los últimos 25 años caben en una cajita, porque los grandes recuerdos se hacen de pequeños instantes. Siempre adelante. Aunque sea tirando la vida en los contenedores.