Un cambio necesario

Gonzalo Caballero
Gonzalo Caballero FIRMA INVITADA

OPINIÓN

06 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Incapaz de reconocer la gravedad de la sentencia por corrupción de la trama Gürtel, después de negarse a asumir responsabilidad política alguna, el Congreso que había elegido presidente a Mariano Rajoy decidió retirarle su confianza y situar a Pedro Sánchez al frente del Gobierno. Con la misma legitimidad.

El cambio político era necesario en España. Por responsabilidad, por dignidad, porque se puede hacer política pensando en una mayoría. Por eso millones de ciudadanos aplaudieron y celebraron la moción de censura que retiró a la derecha del Gobierno: había que poner fin al ciclo conservador y abrir una nueva etapa.

También para la derecha, que fuera del Gobierno tendrá la oportunidad de oxigenarse y regenerarse.

En una semana cambió la historia política de la democracia española. El escenario no es sencillo; pero el cambio era imprescindible. Ahora toca ver cómo se gestiona lo que queda de legislatura y, para ello, Pedro Sánchez está formando un Gobierno solvente y sólido. La incorporación al mismo de Josep Borrell es un síntoma de esa solvencia y solidez.

En la medida en que el Gobierno consiga estabilidad, las elecciones generales no tendrán que adelantarse en exceso. La ciudadanía no está reclamando ser de nuevo llamada a las urnas, pues hace justamente dos años ya se repitieron las generales en espacio de seis meses. Si los ciudadanos perciben regeneración y soluciones, el cambio de Gobierno se asentará.

Retirar al PP y a la derecha ya es en sí mismo un acierto. Porque, de este modo, la izquierda abandona los complejos que los sectores conservadores querían que interiorizásemos, obligándonos a rechazar unos u otros votos. Pero en democracia todos los votos valen y son necesarios, lo cual no implica asumir concesión alguna.

El cambio de Gobierno era necesario porque puede implicar tres avances que justifican la moción. En primer lugar, se castiga la corrupción del PP y la impunidad política que pretendía. En segundo lugar, porque permitirá incorporar una agenda social que posibilite combinar el crecimiento económico con niveles de bienestar crecientes para la mayoría. En tercer lugar, se abrirán las necesarias vías de diálogo con los distintos actores del Estado dentro del respeto al marco constitucional y al Estado de derecho.

Frente a aquellas perspectivas que imponen una única posibilidad, la experiencia española acaba de demostrar cómo la política se construye en base a convicciones y acciones colectivas. Hace apenas dos semanas parecía inviable un cambio político en el país. Y la derecha y los sectores conservadores aplaudían. Ahora, la izquierda ha demostrado que tiene vocación de gobierno y los socialistas hemos sido garantía de importantes avances para este país. Se abre un nuevo tiempo, y Pedro Sánchez está demostrando habilidad y capacidad para gestionar un cambio necesario. Que es lo que espera la ciudadanía.