Que no intenten engañarles. Tras los discursos incendiarios y los tuits, la única realidad es que esta moción de censura solo dañará al conjunto de nuestro país y, por extensión, también a nuestra Comunidad. La memoria política es a veces muy frágil, y si España vive hoy un período de crecimiento económico y estabilidad institucional es gracias al equipo de Gobierno, liderado por Mariano Rajoy, que ha realizado un esfuerzo titánico en estos años para resolver el desastre heredado de la etapa socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente recibió un país al borde de la quiebra y al que miraban de reojo los líderes internacionales, y hoy tenemos a una España que crece como nadie en nuestro entorno y a la que nuestros aliados ven como un socio serio y fiable. Presidente sobre el que no cabe ninguna sombra de duda de su honradez, ni sobre la de ningún miembro de su gabinete.
No es casual que esta moción de censura se presente a la desesperada la misma semana en la que salen adelante los Presupuestos Generales del Estado. PSOE, Podemos, separatistas catalanes y, en definitiva, todos aquellos a los que no les interesa que España consolide su posición saben que estamos ante unas cuentas que servirán para afianzar nuestro crecimiento, mejorar los servicios públicos, subir las pensiones y sacar adelante proyectos fundamentales. También en Galicia, donde darán un impulso al AVE o a las fragatas F-110, que asegurarán una década de trabajo del naval ferrolano, como ejemplos significativos.
¿Qué credibilidad tiene un PSOE que está hoy sentado en el banquillo, con Chaves y Griñán a la cabeza, por los ERES de Andalucía, el mayor caso de corrupción de la historia de este país? ¿Qué credibilidad tiene Podemos, plagado de dudas sobre la procedencia de su financiación desde su mismo nacimiento? ¿Qué credibilidad tienen los nacionalistas catalanes, cuya corrupción sistémica del clan del 3% los ha llevado a la refundación? Pues ellos son los que quieren desalojar de la Moncloa a su legítimo inquilino, según la voluntad de los españoles.
El último de los actores de esta obra de teatro, de dudoso gusto, es Ciudadanos. Y tampoco está de más recordar que ya intentaron hacer presidente a Pedro Sánchez una vez tras haber perdido las elecciones. Y, de paso, también, que auparon sin dudar un segundo a la también socialista Susana Díaz al sillón de la presidencia de Andalucía, ese mismo que dejaron Chaves y Griñán asfixiados por la corrupción.
Por eso, que no intenten engañarles. La moción de censura no es la consecuencia de nada, sino «la excusa de todas las necesidades políticas del señor Pedro Sánchez». Una moción de censura contra los intereses generales de todos los españoles, que el presidente Rajoy y su gobierno han defendido y defienden por encima de todo. Una moción con la que España pierde.