Médicos: ¿sobran, faltan o lo contrario?

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

19 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta semana se inicia la elección de plaza y especialidad del sistema MIR, que llevará a la formación especializada durante cuatro o cinco años a los 6.513 médicos que pueden obtener plaza, de los 13.231 matriculados. Después de 6 años de licenciatura y al menos uno más de preparación del examen MIR.

Es difícil comprender las políticas sanitarias, por deslavazadas y contradictorias, y por el elevado déficit de datos sólidos, análisis y estudios. En salud se nos va un 40 % de los presupuestos, gestionados con un sistema de administración singular que debe responder a una sociedad en evolución. Respuestas imposibles sin datos y sin transparencia.

Una de las mayores perplejidades surge en torno al personal sanitario, término generalista que enmascara el sistema jerarquizado de conocimientos. Por ello en ese concepto generalista aparece siempre el problema capital: ¿Faltan o sobran médicos?

Según el INE, en el año 2016 había en España unos 248.000 médicos colegiados, 21.500 más que cinco años antes. Y desde el 2009 al 2017 entraron en la formación MIR 58.000 médicos, de los 104.000 que se habían inscrito.

Sin embargo todavía hoy, y después de que se aprobara en el 2014 el Real Decreto, no está disponible un Registro Estatal de Profesionales Sanitarios. El Ministerio de Sanidad promete en su web tenerlo accesible el 23 de diciembre del 2018 (sic). Por ello, y derivado de la inexistencia de ese registro y de unas estadísticas de recursos humanos con grandes lagunas y opacidades, la planificación ha de hacerse, siempre, en un ambiente de ignorancia sobre muchos números esenciales. Lagunas por especialidades, por ámbito territorial, por escalón asistencial, por situación laboral, y un largo etcétera que explica lo errático de las políticas de personal, salarios incluidos, de los sistemas de salud.

Y es desde tal desconocimiento donde se puede sostener, con razón o sin ella, que faltan médicos, lo que obviamente contradice que en las listas de espera de contratación del Sergas alguien diga que aparecen registrados como licenciados sanitarios 2.676 personas. Y solo ignorando la demografía médica por clases de edad y especialidad, es posible explicar que la Consellería de Sanidade impusiera en el 2013 la jubilación a los 65 años, para desde el 2016 desdecirse y volverla a ampliar. Con desprecio de los Colegios Médicos, que alertaron de tal frivolidad.

O afirmar que la temporalidad descenderá del 8 % propuesto por el Ministerio de Sanidad a un exigente objetivo Sergas de un 5 %, sin explicar en ambos casos cuál es la situación actual. Pues si los datos ofrecidos por la Asociación de Médicos Interinos de Galicia de que la temporalidad alcanza el 23 % en Galicia o el 19 % en España se confirman, indica que el problema no es la carencia o abundancia de médicos, sino las condiciones de trabajo obligadas. Por más que el conselleiro considere la temporalidad no solo imprescindible para la gestión sanitaria, sino incluso mérito para la carrera profesional.