Sánchez y sus inexpertos

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

03 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, recuperó el poder en el partido tras ganar la intensa batalla que se libró desde las elecciones de junio del 2016 hasta las primarias de mayo del 2017. A partir de ahí, el líder socialista se ha dedicado a rodearse de los que considera sus fieles, pero que quizá, lamentablemente, no siempre son los mejores ni los más expertos. Con ello, Sánchez está demostrando ser un político inseguro, incapaz de conciliar un gran partido y sacar lo mejor de sus filas. Allá él, pero alguien debiera recordarle que esto se paga en los procesos electorales, que es cuando se someten a juicio las decisiones adoptadas.

«Los errores son para aprender, no para repetir», dice un viejo refrán. Y yo creo que el secretario general del PSOE debiera tener esto bien presente. Excluir a políticos muy valiosos, porque no le han bailado el agua en su errática marcha, es algo que se paga en las urnas. Y se paga caro. Ahora tiene 84 escaños en el Congreso de los Diputados, que conforman la menor representación del PSOE desde 1977. Y las expectativas de futuro no parecen muy halagüeñas. ¿A quién está castigando Sánchez? Muchos creemos que a sí mismo. Mantiene apartada a demasiada gente valiosa para que, a la postre, los resultados puedan favorecerlo.

Es verdad que el secretario general se ha blindado en el PSOE, pero todo ese blindaje no sirve para nada cuando los resultados electorales se debilitan o se hunden. Entonces ya es tarde para casi todo. La hora de rectificar e integrar es ahora: el momento de recuperar a los mejores cerebros, a los políticos con más peso y liderazgo, a los más brillantes y prestigiosos.

Decía Napoleón que «en política hay que sanar los males, jamás vengarlos». Sería lamentable que un político tenaz como Sánchez no acertase con la grandeza y la generosidad que demandan estos tiempos, sobre todo en su partido. Él tiene todo el poder, pero también toda la responsabilidad. Si el resultado es malo, no será difícil nombrar a su causante. Y si acierta, será imposible negarle sus méritos. Los españoles necesitamos un PSOE fuerte que, desde el Gobierno o desde la oposición, tenga siempre una respuesta para los problemas de España.