Un periódico es la biografía de un día. No hay nada más hermoso. Con más capacidad para informar, emocionar, criticar, disfrutar, enfadar... Ayer empezó la semana de la prensa en la escuela, que promueve la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre y La Voz. Una oportunidad única para acercar los periódicos a lo mejor que tenemos que es el futuro: los niños y su educación (educa-acción). Los chavales tendrán en sus manos esa biografía de un día que se inventó hace muchas décadas y que todavía no ha sido superado por nada para echarle un vistazo a la jornada de ayer. ¿Conocen algo más táctil que un periódico? Ya sé que ahora tenemos las modernas pantallas con las que estamos abducidos. Pero un periódico es por lo menos igual de táctil. Se puede recortar, doblar, leer en cualquier sitio. Tiene de todo. Es un menú espléndido. Crucigramas, películas, noticias, reportajes, que son las noticias con alma, análisis, que son las noticias con perspectiva, opiniones, que son las noticias con la columna vertebral del que la escribe, entrevistas, que es dejar hablar al protagonista. Desde que las rotativas imprimen en color, los periódicos ya tienen también lo único que les faltaba: toda la paleta de colores del arco iris. Los alumnos pueden pegarlos, colorearlos todavía más. Debatir, juzgar, discutir, en definitiva: formarse como personas que piensan antes de hablar. Aristóteles: «Un sabio no dice todo lo que piensa. Pero siempre piensa todo lo que dice». Un periódico es una enciclopedia en miniatura. Están todas las materias, ciencia, matemáticas, literatura, filosofía... El horario lectivo se despliega en las páginas como un abanico que muda cada 24 horas. Esa es la tarea titánica del periodista, un trabajo vocacional como pocos. Todas las mañanas las páginas vuelven a estar en blanco y hay que sumar esfuerzo y talento con el objetivo de que se llenen de letras e imágenes plurales para que la fecha quede retratada. Ojalá conociesen ustedes todas las decisiones que se toman en un medio de comunicación en cada jornada de vértigo. Es un trabajo adictivo. El reto es impresionante. Y multiplicamos todos: redacción, maquetación, fotografía, web, vídeo, redes sociales, diseño, ilustración, publicidad, administración, personal, rotativa, distribución, venta, márketin... Resumir Galicia, el resto de España, el mundo, la economía, la sociedad corriendo como galgo con el corazón bombeando la sangre de la tinta y de las nuevas tecnologías es fascinante. El trabajo de los periódicos no puede morir nunca, porque la sociedad se volvería más triste y, sobre todo, más vulnerable. Necesitamos mil profesionales por cada político o mandamás que toman decisiones. No hay otra manera de compensar el poder. Los alumnos tienen que comprender que un periódico solo te mancha las manos de realidad, lo que supone una riqueza en democracia.