Mi enhorabuena a los magistrados que componen la Audiencia Provincial de Córdoba por haber impuesto a un padre el régimen de custodia compartida sobre sus hijos menores de edad. Este hombre se oponía a ello y, el tribunal aprovechó la sentencia para recordarle que la custodia de unos hijos que no han pedido ser traídos a este mundo debe contemplarse como un deber y no solo como un derecho.
En un país donde miles y miles de padres se ven obligados a litigar para poder conseguir la custodia compartida de sus hijos, no siéndoles concedida en algunos casos, esta sentencia llama poderosamente la atención. Y no debiera ser así debido a que la más reciente jurisprudencia del Tribunal Supremo deja meridianamente claro que este régimen de convivencia de los menores con sus padres separados, cuando se dan determinadas circunstancias, es el más idóneo.
Afortunadamente ya son pocos los jueces y fiscales que se niegan a conceder la custodia compartida con el obsoleto argumento de que los niños siempre estarán mejor con las madres, pero como aún queda algún que otro togado que así lo cree, que lean y reflexionen sobre esta resolución judicial. En ella se recoge la gran verdad del Derecho de Familia. La custodia compartida no solo es un derecho para los papás, sino que también es una obligación.