El proceso creativo

Pepe Vieira LA ÚLTIMA COCINA DEL MUNDO

OPINIÓN

18 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En ocasiones tienes la sensación de que la palabra creatividad está en cierta forma acotada al mundo del arte, como si solo el pintor o el escultor tuvieran derecho a ser personas creativas. Lo cierto es que en cualquier ámbito resulta necesario crear nuevas ideas y conceptos y que todos en mayor o menor medida somos creativos.

En la cocina actual, por ejemplo, la facultad para crear nuevas ideas resulta fundamental. En un mundo tan globalizado como el que vivimos, la capacidad para generar propuestas y conceptos y la asociación de estos en torno a tu trabajo marcan claramente la diferencia entre tu cocina y el resto del mundo. Si tienes pasta y criterio puedes comprar las mejores lubinas, o los mejores vinos, o el mejor local… pero lo que realmente te hace diferente es lo que no puedes comprar con dinero; es decir, la capacidad para procesar tu memoria y tus recuerdos, la percepción de lo que te rodea o el talento para establecer relaciones entre distintas vivencias, influencias y situaciones. Eso y el tratamiento de tus emociones y sentimientos convertirán tu cocina en única e intransferible. Todo ello origina un proceso creativo que resulta de vital importancia, por eso en nuestro restaurante tomamos la determinación de parar el servicio al publico durante tres meses al año. Durante ese tiempo trabajamos a puerta cerrada gestando un universo creativo que va más allá de la creación de nuevos platos, salsas o texturas. Las vajillas, los cubiertos, el grafismo e inumerables detalles de todo tipo conforman una nueva experiencia destinada a los comensales en cada temporada. Nuestro estilo de trabajo y de cocina está basado en una evolución continua. Cada temporada requiere un nuevo relato que sorprenda y emocione. Desde mi punto de vista, a la hora de formar nuevos cocineros resulta tan importante que aprendan la técnica y el conocimiento como la capacidad para fomentar su propia creatividad.